Versión virtual de la Feria del Libro separa al Ministerio de Cultura y la Cámara del Libro
El Ministerio de Cultura ha dejado claro que esa entidad del Estado no aporta dinero para el montaje de esa plataforma, ni participa en establecer condiciones para su alquiler o manejo.

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El próximo 15 de setiembre la Cámara Costarricense del Libro (CCL) comunicará la convocatoria oficial a una versión virtual de la Feria del Libro que se realizará del 30 de octubre al 8 de noviembre.
El Ministerio de Cultura y Juventud, en conjunto con la CCL, han llevado a cabo durante varios años la Feria Internacional del Libro (presencial) en la antigua Aduana y Casa del Cuño. Sin embargo, este 2020 la historia cambiará y el Ministerio de Cultura ha dejado claro que no tiene relación contractual ni compromiso económico alguno con la Cámara.
En los años anteriores el MCJ aportaba montos cercanos a los ¢50-80 millones de colones, según el presupuesto de cada año, para organizar eventos artísticos, así como inversión en infraestructura casual (toldos, rótulos y afines), para la Feria Internacional del Libro (FILCR). Pero este año ese dinero tendrá otro propósito.
Semanas atrás la CCL envió a sus asociados un tarifario con diferentes categorías a contratar para esta feria virtual, que generó reacciones negativas principalmente entre los pequeños emprendimientos del libro, quienes se han mostrado renuentes a participar en esta feria online. Según los expositores de la Casa del Cuño en este tipo de ferias se vende solamente mediante actividades y exponer libros sin ese apoyo no tiene ningún sentido.
No obstante, Óscar Castillo, vicepresidente de la CCL y propietario de Uruk Editores rechazó las acusaciones y afirmó que le feria virtual camina.
La feria que promueve la CCL contará con actividades en línea y pregrabadas con stands virtuales para exhibición y venta de libros, sin embargo, serán solamente los grandes libreros o editores quienes tenga acceso a producir esas actividades, porque el costo es muy elevado.
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Las categorías platino, oro, plata y bronce tendrán derecho a actividades según cuanto paguen para uso de la plataforma que produce la empresa Conecta B2B (entre ¢152.550 y ¢1.921.000). Sin embargo, en el caso de aluminio y papel, las categorías más bajas, ese derecho no existe. Resulta irónico que la categoría papel sea la más baja de todas y solamente permite publicar 25 libros y un enlace a una web propia del emprendedor.
No obstante, el Ministerio de Cultura ha dejado claro que esa entidad del Estado no aporta dinero para el montaje de esa plataforma, ni participa en establecer condiciones para su alquiler o manejo.
Según la cartera de cultura ellos solamente coordinan actividades que realizarán, desde otras plataformas, para promover la lectura y la literatura costarricense en conjunto con el país que estaba invitado para esta feria: Colombia. Sin embargo, estas actividades son producidas desde el Centro de Producción Artística y Cultural del MCJ (Cpac) de manera independiente a la Cámara del Libro.
En los próximos días Cultura emitirá una convocatoria para solicitar ofertas de actividades literarias que serán incluidas dentro de la programación de este festival literario paralelo, que coincidirá con algunas fechas de la feria virtual del libro de la Cámara. Las actividades incluirán presentaciones de libros nacionales e invitados de Colombia.
El dinero presupuestado por el Ministerio se empleará en esta convocatoria de actividades virtuales que, además, son coordinadas con la Cámara, pero sin contrato o compromiso legal como en años anteriores.
Escritores y editores consultados por este medios coinciden que, en todo caso, las relaciones entre la CCL y el MCJ venían en deterioro constante desde años atrás, y en esta oportunidad la coyuntura favoreció que trabajaran “juntos pero no revueltos”, cada uno en su propia producción según lo previsto desde el año pasado.
El MCJ había anunciado que iba a realizar la FILCR, junto con el Festival de las Artes y otras ferias en noviembre próximo, pero la situación de pandemia no lo ha permitido. La feria virtual es una solución de la CCL para no perder sus ingresos anuales más importantes y seguir existiendo.
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