9 de junio de 2023

Una puñalada contra la Cultura Costarricense ◘ Voz Propia

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“Una puñalada contra la cultura costarricense” es un artículo de opinión sobre la situación de recortes presupuestarios al MCJ.


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Una puñalada contra la cultura costarricense

OPINIÓN. Por Ernesto Calvo Álvarez*. Escribo estas líneas desde la decepción y la tristeza.

Fui parte de un pequeño equipo que, durante meses, trabajó voluntariamente para formular las líneas estratégicas del sector cultural del PPSD, que canalizó la posibilidad de que el Sr. Rodrigo Chaves Robles sea hoy el Presidente de Costa Rica. Cuando formulamos esas líneas de acción y las defendimos públicamente en los debates electorales y ante la opinión pública, lo hicimos desde el convencimiento de que un uso eficiente de los recursos del Estado, no implicaba de ninguna manera una reducción de los presupuestos del Ministerio de Cultura y Juventud, ya precarios desde hace años, sino una gestión más eficaz y expedita en la canalización hacia los sectores que más lo necesitan y demandan.  

Por otra parte, la intención de mejorar el funcionamiento burocrático de la institucionalidad pública, específicamente la del MCJ, tan compleja y llena de dependencias y adscritas, se formuló desde el entendido de un diálogo transversal a lo interno del ministerio, los diversos sectores de cultura y juventud, y en general la sociedad civil costarricense.

Cuando se tomó la decisión de nombrar a la Sra. Nayuribe Guadamuz como ministra de cultura y juventud, aun cuando no formó parte de ese equipo que articuló esas líneas estratégicas, y que la decisión no la consideré acertada dada la nula experiencia de la Sra. Guadamuz dentro del sector cultura o juventud, como viceministro de cultura nombrado por el Presidente, di mi apoyo a ese nombramiento asumiendo que su experiencia al menos en el sector educativo público,  le permitiría afrontar con éxito esas responsabilidades, con el apoyo de un equipo de profesionales con experiencia y de diferentes grupos de los sectores culturales que se pretendía convocar a trabajar en conjunto.    

Menos de 3 meses después de asumir esas funciones como viceministro en el MCJ, constaté que no solo se trataba de falta de experiencia y conocimientos en el ámbito cultural de parte de la ministra, sino además una actitud autoritaria y arbitraria, que se expresó en el pedido de que despidiera -sin ninguna justificación profesional atendible- al director del Centro de Cine (CCPC).

Paralelamente, se me convocó a una reunión para informarme que el evento Vivir Cultura, que habíamos concebido desde mi equipo de asesoría para el verano de 2023, con la intención de canalizar presupuestos que no se iban a ejecutar, que pretendía reactivar el CENAC y sobre todo ofrecer apoyos a Mipymes de distintos ámbitos artísticos y culturales, la ministra había decidido suspenderlo -sin hacerme consulta previa- supuestamente porque el presupuesto no podría ejecutarse en tiempo.

Menciono este incidente que provocó ya un enfrentamiento frontal con la ministra, junto al pedido de despido del director del Centro de Cine, porque la dinámica que se ha establecido durante este primer año en el MCJ es esa: se expone que el presupuesto no puede ser ejecutado por cuestión de tiempo o escasez de personal, esto provoca la sub-ejecución presupuestaria, y luego -en el decir del ministro de Hacienda- se ¨castiga¨ a la institución por no ejecutar ese presupuesto asignado. Un círculo vicioso que, si continúa así durante 3 años más (-10% cada año), hará que el MCJ vea disminuir su presupuesto hasta niveles que hagan insostenible su funcionamiento.

La idea de considerar a la Cultura como un ¨gasto superfluo¨ en vez de una inversión, tanto simbólica como pragmática, aparte de un componente imprescindible en la identidad múltiple de un país, es una visión típica de tecnócratas que ni siquiera conocen las características -y sobre todo datos económicos duros, objetivos-  de que las actividades y sectores culturales son dinamizadores de primer nivel en la economía de cualquier país exitoso en la actualidad. Es una realidad que puede ser constatada en cualquier contexto desarrollado que dedica buena cantidad de recursos públicos y privados -y la conjunción de ambos- a las actividades culturales y de juventudes. El caso de Costa Rica no es una excepción, pues más del 2% del PIB lo genera el sector cultural, con todo lo que esto tiene de beneficios para el empleo y la diversificación económica, el conocimiento positivo del país en el exterior y la actualización de las dinámicas culturales y de juventudes.

Estigmatizar a la institucionalidad pública en Cultura, y en general a los sectores artísticos y culturales, sea por activa o pasiva, no solo es bastante cuestionable en los ámbitos   político y social, sino además nocivo en el plano propiamente económico, pragmático.

Costa Rica ha destacado desde 1971, año del nacimiento del MCJ, por un apoyo decidido a la Cultura y sus muchos protagonistas, pero no solo en beneficio de estos sectores específicos, sino de todos los ámbitos económicos, sociales y sobre todo de la identidad plural costarricense en el mundo contemporáneo.

Reestructurar estrategias institucionales, económicas y simbólicas, junto a la profesionalización creciente y la democratización cada vez mayor de los componentes culturales y de las juventudes del contexto costarricense, fue la intención que nos animó al generar las líneas de acción estratégicas que no han sido tomadas en cuenta y han quedado abandonadas por las autoridades actuales del MCJ.

Por mi parte, como profesional del ámbito de las artes y la cultura, con experiencia como funcionario del MCJ, pido mis más sinceras disculpas al sector cultural, por haber pertenecido a un proyecto que se ha desvirtuado del todo, desde las ideas originales que nos inspiraron a trabajar a favor de un ministerio y sus políticas culturales y de juventud.  Cualquier intento de disminución nociva de los presupuestos institucionales y de estigmatización o marginalización de los sectores culturales, tendrán en mi caso un opositor a quienes lo propongan y un aliado de quienes lo objeten y luchen contra esas pretensiones. 

  Importante: Los artículos de opinión son responsabilidad total de su firmante, no de este medio de comunicación.


*Ernesto Calvo Alvarez

Ex Viceministro de Cultura.  Licenciado en Historia (Universidad de La Habana), master en Sociología con énfasis en políticas sociales (Universidad de Costa Rica), posgrados en estudios y proyectos de culturales visuales (Universidad de Barcelona), teoría y práctica de arte y cultura contemporánea (Universidad del País Vasco). Profesor de temas de artes visuales y cine, sociología del arte y la cultura en universidades, centros artísticos y culturales. Actualmente realiza la tesis del Doctorado de Sociedad y Cultura (Universidad de Costa Rica).

  


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