Un swing criollo bien ‘bailao’ ◘ Voz propia

Un swing criollo bien ‘bailao’ ◘ Voz propia
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Opinión. Por José Luis Amador. Me encanta esta imagen del recogedor de basura bailando swing criollo costarricense. Me parece que esta es la respuesta a los bailarines de escenario y espectáculo, que a veces quisieran ser los abanderados del swing, cuando en realidad el protagonista de esta historia, es este que vemos aquí (ver video al final de este artículo).

Los del escenario son sus representantes, sus émulos, valiosos sí, por supuesto. Pero la sustancia está aquí, en la espontaneidad popular y en los salones de baile. En el bailador de pueblo. Es el bailarín popular, el protagonista del swing. ¿Y quién más popular que el limpia-calles, el recogedor de basura, el hombre y la mujer marginal? Ellos -y ellas-, han sido el bailarín de swing por excelencia. Aquí están los portadores del patrimonio, la “comunidad del swing”.

Pero esto que digo no le resta espacio, mérito y derecho a todo el que quiera bailar swing. El artista profesional, el hijo del profesor, los que asistimos a una clase, la gente de las academias, la estudiante universitaria que disfruta bailando swing, los que orgullosamente llevan el swing al mundo del espectáculo. Todos tienen su espacio, porque el swing criollo ¡es de todos y todas! Es Patrimonio de la cultura nacional y es para todos.

Pero por una cuestión de origen histórico y génesis del baile, es este tipo humano que aquí vemos, el verdadero protagonista de esta historia. Y aquí lo tenemos en su salsa, que no es la basura, por cierto, pero sí es el ambiente laboral, el trabajo, la herramienta, el compañerismo y el chingue. El swing es hijo de chingue y la espontaneidad.

Me encanta esta imagen y pienso que esta es la clase cosas que a mí me gustaría
rescatar del swing. Y es que ciertamente estas gentes del barrio y la marginalidad fueron golpeados y maltratados, muchas veces, excluidos, perseguidos y estigmatizados por culpa del swing.

(Continúa abajo…)

Pero también es cierto que, gracias al swing, estos sectores sociales logran trascender, aunque no sea más que por un instante, fugaz, de magia, creatividad, alegría y baile. La magia y la trascendencia creativa del swing.

*José Luis Amador es antropólogo. “Dedico esta reflexión al amigo Erick Madrigal, que con su trabajo investigativo nos ha dado a conocer el mundo de Pelusa y tantos otros bailarines y creadores del swing criollo costarricense. Y con él, a todos los investigadores, cultores y promotores del Swing criollo”.


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