#UH Poder militar impone golpe de Estado en Birmania
El 8 de noviembre se celebraron unas elecciones en Birmania que fueron, de hecho, las segundas elecciones generales desde que se acabó el gobierno militar en 2011, pero el ejército las declaró fraudulentas.
Sputnik. La consejera de Estado de Birmania, Aung San Suu Kyi, que es de facto la primera ministra, y el presidente del país, Win Myint, han sido detenidos por el Ejército.

Anteriormente, salieron a la luz informes de una escalada de las tensiones entre el Gobierno y los militares del país asiático, lo cual incitó temores a que tuviera lugar un golpe de Estado. La raíz del conflicto han sido las recientes elecciones, que el Ejército tildó de fraudulentas.
Como resultado, la cúpula política del país ha sido detenida, en lo que ha sido considerado como un golpe de Estado por algunos medios.
Los ministros regionales también han sido capturados por los soldados que visitaron sus viviendas, informa la BBC citando a los familiares de los ministros detenidos. En las redes ha sido compartida una foto que presuntamente muestra la detención de una de las figuras políticas de Birmania por los militares.
BREAKING: #Myanmar leader Aung San Suu Kyi, President Win Myint, and other leaders detained in a military coup
— Insider Paper (@TheInsiderPaper) January 31, 2021
Según la cadena británica, hay soldados en las calles de la capital de Birmania, Naipyidó, así como en una de las ciudades más grandes del país, Rangún. Asímismo, la conexión telefónica e internet también fueron cortadas en la capital. Mientras, la televisión estatal, Myanmar Radio en Television (MRTV), ha informado en su cuenta de Facebook que no tiene posibilidades de transmitir debido a problemas técnicos.
¿ALGO MÁS?
Volver al pasado militar
El 8 de noviembre se celebraron unas elecciones en Birmania que fueron, de hecho, las segundas elecciones generales desde que se acabó el gobierno militar en 2011. El partido gobernante del país, la Liga Nacional por la Democracia (NLD), liderado por Aung San Suu Kyi, ganó con una ventaja contundente obteniendo 396 escaños de un total de 476. Mientras tanto, el Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo, apoyado por el Ejército, se quedó con el número mínimo de escaños en el Parlamento.
Sin embargo, los militares de Birmania, conocidos como Tatmadaw, declararon que hubo fraude electoral a gran escala, y exigieron que el Gobierno pospusiera la convocatoria al Parlamento, que estaba programada para el 1 de febrero. En dicha convocatoria tendrían que ser elegidos el nuevo presidente y los vicepresidentes para los próximos cinco años. Antes de ello, los representantes del Gobierno y del Ejército de Birmania se reunieron para resolver el conflicto, pero no lograron apaciguar el descontento de los militares con los resultados de los comicios, informa el portal The Irrawaddy.
Entre temores de un posible golpe de Estado, el Ejército del país negó que su jefe amenazará con llevar a cabo algo semejante, según informa The Associated Press. Además, los militares aseguraron que “algunas organizaciones y medios de comunicación” especularon sobre un intento golpista sin fundamento alguno. Según estas declaraciones, las palabras del comandante en jefe, Min Aung Hlaing, fueron sacadas fuera de contexto tras afirmar el 27 de enero que la Constitución podría ser revocada si las leyes no eran implementadas de manera adecuada.
Al mismo tiempo, el propio Ejército ha informado en una cadena de televisión afiliada que fueron los militares los que llevaron a cabo las detenciones en respuesta al fraude electoral. Asímismo, los militares informaron que el poder ha sido transferido al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, informa Reuters. Además, los militares decretaron el estado de emergencia por un año tras la detención de las autoridades del país.
Por su parte, la comisión electoral del país asiático rechazó las acusaciones de fraude electoral presentadas por el Ejército. Según el ente, hubo errores durante la votación, pero ninguno de ellos fue lo suficientemente importante como para haber afectado los resultados de los comicios.
Reacciones
El secretario general de la Naciones Unidas, António Guterres, condenó los arrestos de líderes políticos a raíz de un golpe militar en Birmania (Myanmar).
“El Secretario General condena enérgicamente la detención de la Consejera de Estado Aung San Suu Kyi, el Presidente Win Myint y otros líderes políticos en vísperas de la sesión inaugural del nuevo Parlamento de Myanmar. Expresa su profunda preocupación por la declaración del traspaso de todos los poderes legislativo, ejecutivo y judicial a los militares. Estos acontecimientos representan un duro golpe para las reformas democráticas en Myanmar”, declaró el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
Las elecciones generales del pasado 8 de noviembre de 2020, según la ONU, otorgaron un fuerte mandato a la Liga Nacional para la Democracia (LND), reflejando la clara voluntad del pueblo birmano de continuar por el camino de las reformas democráticas.
“El Secretario General insta a los líderes militares a respetar la voluntad del pueblo de Myanmar y adherirse a las normas democráticas, resolviendo cualquier diferencia mediante un diálogo pacífico. Todos los líderes deben actuar en el mayor interés de la reforma democrática de Myanmar, entablando un diálogo significativo, absteniéndose de la violencia y respetando plenamente los derechos humanos y las libertades fundamentales”, señala la declaración.
El documento reafirma “el apoyo inquebrantable de las Naciones Unidas al pueblo de Myanmar en su búsqueda de la democracia, la paz, los derechos humanos y el imperio de la ley”.
EEUU
“Estados Unidos expresa fuerte preocupación y alarma ante los informes de que el ejército birmano ha detenido a varios líderes del gobierno civil, incluida la Consejera de Estado, Aung San Suu Kyi, y líderes de la sociedad civil”, manifestó el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
El jefe de la diplomacia estadounidense instó a la cúpula militar de Birmania a liberar a todos los funcionarios del gobierno y líderes de la sociedad civil y respetar la voluntad que el pueblo birmano expresó en las elecciones del 8 de noviembre pasado.
“Estados Unidos apoya al pueblo de Birmania en sus aspiraciones de democracia, libertad, paz y desarrollo. Los militares deben revertir estas acciones de inmediato”, insistió Blinken.