Trump, Fabricio y la falsedad ideológica ◘ Opinión
El lema del fundamentalismo en 2022 podría ser: “Mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento” (Asimov).


OPINIÓN. Por Abel Víquez. Hace unos días el ex-presidente Donald Trump se dirigió a un fragmentadísimo, enojado y engañado pueblo norteamericano. Su mensaje, sin duda fue incendiario.
Me llamaron la atención dos aspectos dignos de mencionar pero, al mismo tiempo despreciables y muy lamentables:
- Asestó un duro golpe a la institucionalidad y democracia de los Estados Unidos, acusó sin fundamentos, sin pruebas, como buen mitómano que es, a los demócratas de fraude, de haberle robado las elecciones. Y confirmó lo que todos sabíamos: PERDIÓ las elecciones, y un narcisista con el ego humillado se convierte en un animal muy peligroso. De mucho cuidado. Exponer el fraude y negar la evidencia, significa mayor la desacreditación y re confirmación de las mentiras y engaños de los republicanos.
- Los que vimos y escuchamos su errático discurso, recordamos que en algún momento se refirió al Partido Republicano como: “el partido de la inclusión”, bastó que lo dijera para que yo estallara en carcajadas.
“Sin querer”, mi cerebro automáticamente me obligó a hacer la comparación con Fabricio Alvarado, sus vasallos y la oposición en la Asamblea Legislativa, fotocopias de Trump en Costa Rica. (Pero a un nivel más chiquitico, sin embargo, igual de dañinos).
Aceptar que el partido Nueva República o la oposición en Asamblea Legislativa, son grupos inclusivos, como lo han declarado en varias oportunidades, sería un “razonamiento” enfermizo, patológico, tan lejos de la realidad e impensable.
Me imagino a Trump, Fabricio, la oposición, a Prendas, Chang, Nidia Céspedes y a la defensora de los habitantes hablando de inclusión. Me dan escalofríos seguidos de náuseas y retortijones intestinales.
Me los imagino hablando de fraude, cometidos en sus caminos electorales iluminados por Dios. Bueno, de hecho, ya hablaron de fraude en las pasadas elecciones.
Me imagino a la nueva senadora y “asesora espiritual” de Trump, Paula White, culpando a los demonios del infierno por la pérdida del Gran Farsante e invocando ángeles de África y Sur America para que acudan en socorro de los centros electorales y que con su ayuda celestial puedan darle el gane “profetizado” a Donald Trump.
Me imagino “los persignados” y asociados en la Asamblea Legislativa, los cuales desde hace varias semanas, copiaron e implementaron el modelo “trumpeni-ano”, conspiracionista, basado en fake news (noticias falsas), anti vacunas, negacionistas, anti intelectual, suplicando a su Dios, un becerro de oro, que Costa Rica no se convierta en una Venezuela o Nicaragua.
Me imagino los resultados de la estructura fundamental de su política, su único pilar, su norte, su “pensamiento” filosófico, aplicado a la campaña 2022:
“Mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento” (Asimov).
Me imagino, sigo imaginando y me vomité.