Melissa López-C. La literatura y las artes plásticas se fusionarán por medio de la visión de Verónica Alfaro, Róger Muñoz y el arquitecto Miguel Solórzano, quienes en busca de revivir la esencia de la obra maestra de Yolanda Oreamuno, “La Ruta de su Evasión”, en un contexto actual, dieron a luz al proyecto “El espacio que nunca existió”, que se presenta actualmente en el Tanque del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo.
“Este colectivo de artistas propone un proyecto que intenta explorar la reverberación de la palabra en la forma, propiciando estados anímicos a través de la escenificación de una casa que es el espejo de una familia que está en proceso de desintegración. Diría que este proyecto trabaja con ecos. El eco de la obra de Oreamuno en la vida de los artistas y su análisis de la sociedad que a ellos les ha tocado vivir”, expresó la curadora Adriana Collado-Chaves.
La novela de Oreamuno nos muestra la vivienda de los Mendoza que es un espejo de sus vidas descompuestas y será la imagen de esa casa, testigo silenciosa del drama familiar que se gesta en su interior, que se convertirá en la inspiración principal de estos creadores plásticos.
Según explicó Verónica el propósito inicial fue trabajar sobre el vínculo entre el texto, la imagen y la interpretación, así como la imposibilidad y el fracaso de reconstrucción de espacios ficticios.
Asimismo, quienes visiten el desarrollo de este proyecto descubrirán un espacio que al igual que en la novela, se irá construyendo, transformando y destruyendo con el tiempo.
“Ellos pasaron de interesarse por la forma que podía tener una casa de clase media en la década de los cuarenta en Guatemala, a pensar simplemente en las casas de clase media donde pueden pasar dramas similares al de la novela. Escoger”, concluyó Collado-Chaves.
“El espacio que nunca existió” estará abierta al público de martes a sábado de 9:30 a.m. a 5:00 p.m., en el espacio de El Tanque Laboratorio de ideas que forma parte del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo hasta setiembre del 2017.