Tendencia deja ver que diputados que se postulan en PLN y PUSC pierden la elección
Mayor exposición mediática más bien puede resultar contraproducente para los políticos que aspiran a la presidencia de la República, sobre todo si asumen una actitud confrontativa y polémica.
Las convenciones del PUSC y el PLN tienen un factor común: Los diputados que intentaron alcanzar una candidatura y posteriormente, la presidencia de la República, fracasaron en su intento.
Tal y como se evidenciará en los siguientes párrafos, la tendencia electoral en los procesos internos es rechazar a los diputados que presentaron sus nombres para la presidencia de la República.
En la convención del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) de este fin de semana, Lineth Saborío superó con un amplio margen a los legisladores Erwen Masís y Pedro Muñoz.
La exvicepresidenta de Abel Pacheco (2002-2006) obtuvo un 56% de apoyo de los socialcristianos, frente a 25% de Masís y un 19% de Muñoz.
En la acerca del frente, los diputados del Liberación Nacional (PLN), Roberto Thompson y Carlos Ricardo Benavides obtuvieron un 15,31% y 13,40% respectivamente, quedando en tercer y cuarto lugar del proceso electoral verdiblanco.
Números que distan del 35,86% obtenido por el hoy candidato del PLN: José María Figueres.
Las estadísticas podrían cambiar en caso que los precandidatos y diputados Welmer Ramos o Carolina Hidalgo (PAC) alcancen la presidencia de la República en 2022.
Esto, sin contar a Eduardo Cruikshank (Restauración Nacional) y José María Villalta (Frente Amplio) quienes, a pesar de no haber oficializado sus nombres como candidatos, se decantan como la cara visible de sus agrupaciones para el próximo febrero.
Esta es la historia…
De acuerdo con datos recopilados por el periodista Emmanuel Miranda, de 1994 a 2022, al menos 29 diputados hicieron oficiales sus pretensiones presidenciales.
De esos 29, solamente uno ganó la presidencia y 26 perdieron la elección (no se cuenta a Hidalgo y Ramos en la cifra total, puesto que aún están en contienda).
En 1998, el liberacionista Wálter Coto siendo diputado, perdió la convención interna contra José Miguel Corrales.
En el 2002, la oferta de diputados se amplió: Participaron los legisladores Otto Guevara (Movimiento Libertario), Justo Orozco (Renovación Costarricense) y Walter Muñoz (PIN), quienes perdieron los comicios contra Abel Pacheco (PUSC), el cual fue electo en primera ronda.
En el 2006, los legisladores José Humberto Arce (Unión Patriótica), Juan José Vargas (Patria Primero) no solo perdieron la elección, sino que sus partidos no sacaron ni un solo diputado y además, desaparecieron del mapa del electorado.
En dicho año (que se rompe con el histórico bipartidismo), el PUSC obtuvo sus peores resultados: 3,55% de apoyo a su candidato Ricardo Toledo. Situación similar transcurrió con Otto Guevara, quien perdió las nacionales del 2006.
Cuatro años más tarde, Óscar López (PASE) cae solo obtuvo el 0,35% de los votos nacionales, aunque regresó a la Asamblea Legislativa.
La oferta electoral se volvió a ampliar en 2014, cuando Carlos Avendaño (Restauración Nacional) José María Villalta (Frente Amplio), Justo Orozco (Renovación Costarricense) perdieron la elección y en las tiendas del PAC, Juan Carlos Mendoza perdió las internas del PAC contra un desconocido en ese momento: Luis Guillermo Solís.
Finalmente, en 2018, el golpe a los diputados fue el más evidente:
Rolando González perdió la convención del PLN contra Antonio Álvarez Desanti, Natalia Díaz perdió la convención del Movimiento Libertario contra Otto Guevara, Rafael Ortiz perdió la convención del PUSC contra Rodolfo Piza.
Al final de las elecciones, Antonio Álvarez (PLN), Edgardo Araya (Frente Amplió) Oscar López (PASE), Mario Redondo ( Alianza Democrática Cristiana) y Fabricio Alvarado (Restauración Nacional) se vieron superados por el actual presidente Carlos Alvarado (PAC).
me parece muy acertado este artículo! LEcción aprendida para los diputados actuales !
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