Telenovelas que marcaron diferencia
Hicimos esta lista, inacabada, para hacer un poco de memoria, una especia de flashback en el tiempo de la televisión del melodrama o, como le llaman algunos, de los culebrones. ¿Cuáles conoce usted?
Las críticas hacia las telenovelas son muchas: guiones que son refritos, gastados y trillados, malas actuaciones, dirección descuidada para uso comercial, entre muchas otras.
Y es verdad. Pocas son las telenovelas que han marcado diferencia, ya sea por su temática, su irreverencia, incluso por su guion novedoso o buena producción. Otras, aunque no tan “buenas”, marcaron una época y deben ser notadas.
Le ofrecemos esta lista, inacabada, para hacer un poco de memoria, una especie de flashback en el tiempo de la televisión del melodrama o, como le llaman algunos, de los culebrones.
- Los ricos también lloran: Un clásico del género. La historia que después ha sido gastada hasta el hastío por la producción mexicana: la joven pobre que se enlaza con el joven rico y que, usualmente, termina a la inversa: ella rica y él pobre. Hay muchas variaciones al estilo de “El príncipe y el mendigo”, de Mark Twain. En esta línea se pueden ubicar decenas de telenovelas más como Rosalinda y otras, incluso La Usurpadora, que también marcaron varias épocas y produjo varios refritos. Podría mencionarse aquí también a La esclava Isaura, de época y con una variación un poco más novedosa. Refritos: María Mercedes, María la del barrio, Marimar y otras Marías.
- Leonela: una novela venezolana transgresora, pero claramente machista. Hoy el feminismo no soportaría un culebrón así en la televisión: es la historia de una mujer violada que termina por enamorarse de su victimario. El hombre estaba ebrio, pero “era buen hombre”. Si usted recuerda aquella canción cuyo estribillo reza “Soy el ladrón de tu amor, tu mal recuerdo, soy el nombre que no quieres mencionar…” o bien aquella frase que reza “…apréndete esto, que quien te hace llorar es quien te ama…” Para hoy, una aberración, en su época marcó huella.
- Quinceañera. Viejita, marcó la época de millones de jovencitas que se identificaron con el personaje de Thalía: “Ahora despierta la mujer que en mí dormía y poco a poco se muere la niña, y empieza la aventura de la vida…” ¿Recuerda la canción? Cursi, pero propicia para la adolescencia de una época. Hoy quizás vigente…
- Por estas calles. Esta novela de Venezuela plantea con seriedad y buena producción, el drama humano del amor en un marco de pobreza y delincuencia, una lucha realista para la época entre el bien y el mal, entra la ley y el orden contra la violencia y el miedo. Valioso ese acercamiento a los tugurios y barrios populares de una Venezuela con gran desigualdad y pobreza de entonces.
- Tieta do agreste: Una gran telenovela que encantó a fans del género pero también atrajo otros públicos. Tieta, una mujer liberal y dueña de sí misma regresa al campo donde se crió, y eso provoca un enfrentamiento entre aquella sociedad conservadora-religiosa y su nueva visión de mundo. Su sensualidad e irreverencia la enfrenta a un mundo de conflictos, pero también de placeres novedosos. Para su tiempo, atrevida.
- Xica da Silva: Una producción ambientada en la época de la esclavitud, en un Brasil que empieza a encontrarse en el mestizaje y el sincretismo cultural. Es una telenovela transgresora que muestra de manera jocosa, pero realista en cuanto a escenarios, sexualidad y personajes, la historia de una hermosa esclava astuta que logra ascender en el escalón social. La sensualidad natural de ella y del mundo creado cautivaron en su momento.
- El clon: Una historia que intenta ser de vanguardia. Ambientada entre Brasil y el mundo árabe, plantea el dilema ético de la clonación humana en el melodrama de los dos personajes en historias paralelas. Su temática y su intensidad la hicieron calar en la audiencia.
- Mujer con aroma de mujer. Una telenovela colombiana que se desenvuelve en el ambiente de la cultura cafetalera. Rompe con el esquema cansado de las mexicanas y se acerca más al contexto latinoamericano, más real. La protagonista es una mujer más dueña de sí misma, empoderada, pero femenina. Marcó un hito.
- Pasión de gavilanes. La trama de esta telenovela cautivó a millones por su novedad y atrevimiento: tres hermanos que se ligan sentimentalmente con tres hermanas. Aunque repite el refrito de los pobres y los ricos, en este caso los pobres son ellos. Personajes bien caracterizados y, claro, “actores atractivos”, logran encantar a millones de personas asociadas al campo y la agricultura. Buena producción.
- La Patrona. Esta telenovela, claramente basada -aunque se reconozca o no- en el libro “Doña Bárbara” de Rómulo Gallegos, plantea la historia de un matriarcado empresarial. Rompe con el papel de la mujer siempre en la casa y víctima del abuso machista o social.
- Betty la fea. Una comedia que se convirtió en un fenómeno mundial. Sin duda, la producción colombiana más exitosa de todos los tiempos por su alcance mundial. Después de ella vendrán otras versiones del mismo guion y con inferior calidad. Betty, la secretaria, la fea y torpe, pero también la dulce e inteligente, que sin querer queriendo logra la atención de su jefe y su amor.
- Sin tetas no hay paraíso. Una telenovela de ruptura, como muchas colombianas, en la que se revela una realidad cruda y contradictoria de ese país: el narcotráfico y cómo la mujer se convierte en objeto sexual con claro consentimiento por la necesidad. La muerte y la realidad de la violencia no es ocultada en esta pieza que marca un antes y un después. Luego vendrán refritos, como “Sin senos no hay paraíso” y otras, pero sin el mismo éxito.
- Pedro, el escamoso. La otra comedia que marcó un hito en este campo. Igualmente usa un refrito con el tema del hombre pobre, chofer de la empresa, que logra enamorar a la ejecutiva exitosa y bella. Sin embargo, las situaciones cómicas, el famoso baile de “El Pirulino” y el tomarse el amor con ligereza, le lograron mucho éxito entre millones de espectadores.
- Narcos. La más exitosa de los últimos tiempos. La historia de un ícono del narco, Pablo Escobar y el cártel de Cali, es llevada a la televisión con una gran trascendencia, tanto así porque además fue exhibida por la plataforma Netflix. Esta serie, más que una telenovela, se ambienta en 1990 y recientemente tiene una secuela en México.
En la actualidad algunas producciones andan entre la serie y la telenovela e incorporan más elementos modernos de la producción audiovisual, por eso es difícil distinguir en algunos casos entre unas y otras.
Algunos culebrones no son mencionados quizás por olvido, pero también porque a pesar de su fama no aportaron nada a la innovación del género, que ha sido la línea que hemos perseguido en esta nota.
¿Cuáles agregaría usted a la lista y por qué?
