OPINIÓN. En entrevista reciente con la Televisión Española (RTVE), el periodista pregunta al presidente de Costa Rica que si un extraterrestre llegara en este momento al planeta cómo explicaría él qué es Costa Rica y cómo es Costa Rica. Esa es una pregunta que todos podemos hacernos y elaborar nuestras propias respuestas.
Leímos por ahí que alguien dijo: “les diría que nos protejan del resto del mundo porque somos diferentes”. ¿Será eso cierto, que somos tan diferentes? Cuando uno valora los hábitos negativos de una buena parte de la población y que curiosamente a la gran mayoría de la población le gusta conocer y acepta (incluso justifica o defiende), entonces uno se da cuenta que son muchos de los mismos malos hábitos de la cultura hispanoamericana.
En una sociedad horizontal, donde los que destacan deben cuidarse del decapitado social, el presidente Carlos Alvarado es un personaje que sabe bien de eso. Su imagen muy baja y las redes sociales plagadas de odio y mentiras en su contra, saliendo de un gobierno que no supo defenderse de redes subrepticias que se encargaron de mancillar su imagen, pero no su trabajo.
El legado de su gobierno es contundente a pesar del odio y eso no se podrá borrar, porque son datos firmes que están ahí para los más serios y responsables historiadores.
Cuando la diputada electa y quien impulsó la candidatura de Rodrigo Chaves, la periodista Pilar Cisneros, decía en el programa “Hablando claro” que el nuevo gobierno entrará en circunstancias adversas e inusuales, nos demostró no solamente ignorancia de los datos económicos y sociales del país, sino que ya aprendió mucho de la demagogia populista.
Estabilidad fiscal y una economía en recuperación después de una dura pandemia, algo que este país no había vivido, encontrará el nuevo presidente Chaves. Y mientras los politiqueros y odiadores hablan de un gobierno que robó, corrupto y que se sirvió del estado, lo cierto es que no hay un solo indicio o prueba de que el gobierno de Carlos Alvarado haya gobernado en beneficio propio en ninguna de las formas en que eso puede suceder. Usar casos como Cochinilla o Diamante en contra del gobierno no es más que una expresión de cinismo politiquero.
El mito de un gobierno corrupto fue construido a punta de memes falsos, fake news y redes sociales, como nunca antes había sucedido. Y aún así, sin decepción alguna por el maltrato social, Carlos Alvarado desoyó el odio y se enfocó que mantener su trabajo en pie, en sacar la tarea propuesta y preservar los valores más profundos del ser costarricense, entre ellos el mantenimiento de la paz y el legado ambiental. ¿Será eso lo que más ira genera en sus adversarios gratuitos?
Porque hay una verdad de fondo que nadie quiere mencionar: cuando a nivel internacional hablan maravillas de Costa Rica a todos se les infla el pecho, pero una gran parte de la población no merece ese reconocimiento. Lo merecen quienes, esforzados y humildes, sigue y defienden esos principios fundacionales que le permiten a Costa Rica ser ejemplo y virtud en el mundo. No quienes los rechazan una y otra vez a punta de mentiras y odio por quienes lo hacen bien.
Por eso, cuando el periodista español le pregunta sobre el extraterrestre, no es extraño que conteste así en esta cápsula que circula en WhatsApp: