Pedimos a nuestros lectores un reporte en diferentes espacios de interacción como Facebook, WhatsApp y Twitter para conocer la realidad de diferentes partes del país.
Incluso fuimos a observar al Palí cercano y nos encontramos con que de unas 30 personas, solamente una compraba sin mascarilla.
El reporte desde la observación de los supermercados y centros comerciales, así como buses, indica que la gran mayoría de costarricenses sigue usando la mascarilla para su protección.
Tenemos reportes de nuestros lectores de las ferias del agricultor y de los supermercados de todas las franquicias en la Gran Área Metropolitana: todo coinciden en que hay una persona en el grupo que no la usa, pero el resto de la gente prefiere comprar usándola.
Entre los reportes hay gente que cuestiona el uso de las mascarillas como una opción de protección e incluso quienes reproducen sus teorías de la no existencia del virus, de la ineficacia de la mascarilla y de la vacunación (los grupos antivacunas y antipandemia).
El hecho es que, según la mayoría de reportes que tenemos, parece que el pueblo costarricense aprendió la lección de protegerse antes de que venga lo peor y se pueda lamentar.
Las costas son diferentes
La excepción son las costas. Tanto en Limón como Puntarenas (y Jacó), nos reportan todo lo contrario. De cada 10 personas, solamente una utiliza la mascarilla. Parece ser que, incluso, tampoco siguen medidas como el lavado de manos, distancia y afines.
Eso es comprensible por las altas temperaturas y las condiciones de plata, como la humedad.