24 de marzo de 2023

“Que se rinda tu madre” ◘ Voz Propia

“Que se rinda tu madre” es un artículo de opinión.

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OPINIÓN. Por Omar Jiménez Camareno. En muchos, en demasiados países de América Latina, las grandes mayorías de su población han sido condenadas a lo largo de su historia a la dominación por parte de los sectores de clase que han detentado el poder económico y político.

Quien nada debe nada teme.
Omar Jiménez C.

Este dominio ha sido ejercido, en la mayor parte de los países, principalmente por medio de cruentas dictaduras militares que han sojuzgado las libertades políticas y sociales de la población, perseguido la libertad de prensa y encarcelado a sus opositores, sin ningún respeto por el Estado de Derecho, ni por el debido proceso.

En Nicaragua por décadas la dictadura somocista sometió a su pueblo por medio de un ejército denominado “La Guardia Nacional” mediante un régimen de terror que encarceló, torturó y asesinó a sus opositores.

En 1926, Nicaragua es ocupada por militares del ejército de los Estados Unidos con el propósito de someter un levantamiento de los liberales, que reclaman que constitucionalmente la Presidencia de la República le corresponde a Juan Bautista Sacasa, del Partido Liberal.

En este contexto, Augusto César Sandino, se incorpora al Ejército Liberal Constitucionalista y, con un pequeño grupo de hombres, se dirige hacia Las Segovias (Departamentos del norte de Nicaragua: Matagalpa, Jinotega, Estelí, Madriz y Nueva Segovia) en dónde se levanta en armas contra la ocupación de Nicaragua por parte de los militares de Estados Unidos.

En 1927 el Jefe del Ejército Liberal, José María Moncada pacta con los marines de los Estados Unidos y acepta la continuidad del gobierno conservador, este pacto no es aceptado por Sandino, quien inicia una guerra nacional contra la invasión de Nicaragua por parte del ejército de los Estados Unidos, invasión apoyada, ahora, por conservadores y liberales.

En enero de 1933, Estados Unidos retira sus tropas de Nicaragua, Sandino envía al Presidente Juan Bautista Sacasa una propuesta de paz que es aceptada y el 2 de febrero de 1933 termina oficialmente la guerra. La Guardia Nacional se encarga de la seguridad en todo el país, provocando abusos contra los sandinistas. Sandino viaja a Managua en varias ocasiones para denunciar estos abusos.

En la noche del 21 de febrero de 1934, Sandino acude a una cena invitado por el Presidente Sacasa, al salir de la cena el vehículo en qué viajaba es detenido por órdenes de Anastasio Somoza García, entonces director de la Guardia Nacional, quien a su vez obedecía órdenes de los Estados Unidos, y junto a dos de sus acompañantes, el General de Hombres Libres, Augusto César Sandino, es fusilado.

Dos años, después, en 1936, Somoza García, derroca al Presidente Sacasa, con lo cual inicia la dictadura de los Somoza, que habría de durar hasta 1979, después que Anastasio Somoza Debaile huye hacia los Estados Unidos, derrotado por la revolución del pueblo de Nicaragua, encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

El mundo democrático celebró la caída de la dictadura somocista con la esperanza de que se abría en Nicaragua una nueva era democratica.

Lamentablemente no fue así, 43 años después de la caída de la dictadura somocista el pueblo nicaragüense sufre la brutal represión de la dictadura Ortega-Murillo, la cual mediante elecciones que han sido una verdadera farsa y el aparato militar, se ha mantenido en el poder persiguiendo, encarcelando y matando a sus opositores.

El pasado jueves 9 de febrero del 2023, la dictadura desterró de su patria a 222 prisioneros políticos, encarcelados por el delito de no doblegarse ante el tirano.

En sus delirios totalitarios el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo les quitó a esas mujeres y a esos hombres su nacionalidad, a pesar que de acuerdo a la Constitución de Nicaragua, no es posible hacerlo, al día siguiente la Asamblea Nacional reformó el texto constitucional para permitirlo. Una maniobra burda y cínica, un intento torpe mediante el que se pretende vestir de legalidad lo que es una clara violación de los principios más elementales del derecho.

Por supuesto que celebramos que hoy esas 222 personas no se encuentren prisioneras en las celdas de la dictadura Ortega-Murillo, pero a la vez denunciamos el inaceptable intento de la tiranía de descabezar a la oposición.

La dictadura celebra su última jugarreta, pero la historia nos enseña que las ansias de libertad no pueden ser abatidas por la represión por más sanguinaria que está sea, el General de hombres libres recorrerá de nuevo Las Segovias y la voz del poeta Rugama volverá a escucharse en toda Nicaragua: “QUE SE RINDA TU MADRE.”

Otro artículo del autor en este enlace.

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