Aunque ya se aprobó la ley para rebajar las comisiones que cobran los bancos por el uso de datáfonos, parece que el pleito es de nunca acabar, porque las garras de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) parecen influenciar en el Banco Central de Costa Rica, la entidad estatal y autónoma encargada de la emisión del dinero y de la política monetaria del país.
Así lo denuncia, de nuevo, el diputado y candidato presidencial Welmer Ramos, padre de la ley que logró bajar esas comisiones de cifras de hasta un 7% a poco más de un 2% en estos momentos.
Recusación
El pasado 24 de diciembre el Banco Central emitió un comunicado de prensa -en el silencio de la Navidad-, donde informa que el 17 de diciembre “recibió una recusación formal por parte de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) en contra de los funcionarios de la División Sistema de Pagos que integraron el “Equipo Técnico de Trabajo”, y cualquier otro funcionario de esa División que participase en la elaboración del informe técnico referente a la determinación de la metodología, a la fijación ordinaria de comisiones máximas del sistema de tarjetas de pago del 2021 y el proyecto de Reglamento del Sistema de Tarjetas”.
Aunque parezca insólito, eso de recusar funcionarios técnicos de una institución del estado, está claro que los banqueros harán lo que sea para seguir cobrando más a los costarricenses, mucho más que en otros países, con tarifas abusivas.
Según el Banco Central, “la Junta Directiva del Banco Central queda inhabilitada para continuar con el proceso de revisión de las citadas comisiones del sistema de tarjetas de pago para el año 2021″. Una movida muy conveniente.