Como si fuera un deja vu de lo sucedido en el golpe de estado en Bolivia, cuando la presidenta designada Jeannine Añez ingresó al palacio de gobierno con una gran biblia que usó de símbolo de poder, o bien cuando Donald Trump salió de la Casa Blanca para emitir un discurso frente a una capilla con una biblia en mano para buscar respaldo, hoy el presidente electo, Rodrigo Chaves Robles, realizó la pasarela desde el costado sur de la Plaza de la Democracia hasta el edificio del Congreso con una gran biblia en su brazo.
¿Con qué necesidad, cuál es el mensaje y qué se busca con esta manipulación de una biblia en el ínterin de un traspaso de poderes? El mensaje siempre es claro en estas poses: buscar el respaldo de los grupos religiosos del país y de los sectores más conservadores de la sociedad, pero automáticamente genera el rechazo automático de los grupos progresistas y liberales que no están de acuerdo con la interferencia de la religión en las cuestiones políticas.
La biblio es nueva, fue comprada por el mismo Chaves en persona en la tienda Katholicós, propiedad de Bernardo Herrera, quien afirmó que Chaves “es un hombre de fe, me dio esperanza y sobre todo ver que va a jurar sobre la Biblia y no sobre la Constitución. Él mismo dijo que las cosas tienen que cambiar y todo tiene que estar en manos de Dios”, expresó Herrera.
Él vino, sacó su tiempo, venía tranquilo, ecuánime, creo que va a tener a Dios presente en su accionar”, agregó el comerciante religioso.