Un premio bochornoso: TSE hace homenaje al INE de México ◘ A ritmo de mariachi

OPINIÓN. Imaginemos por un momento esta foto: el presidente Rodrigo Chaves le entrega un premio al presidente Daniel Ortega Saavedra como reconocimiento a su gobierno democrático y ejemplar en el respeto a los Derechos Humanos.
A la enorme mayoría de costarricenses esa foto nos provocaría náuseas. Diríamos que el presidente Chaves se ha vuelto loco. La oposición gritaría desde la Asamblea que Rodrigo Chaves debe renunciar, que ese acto es una afrenta a la dignidad y valores del pueblo costarricense y que el dictador nicaragüense es una afrenta a nuestros valores democráticos.
Algo así sentí cuando vi, primero en el Twitter del Instituto Nacional Electoral de México (INE @INEMexico) y luego en La Nación (Costa Rica), que el Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, había entregado por mano de su magistrada presidenta Eugenia Zamora Chavarría, el Premio “Cátedra de la democracia” al INE en la persona del Dr. Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del INE México.
El periódico impreso más influyente en Costa Rica (muy venido a menos, por cierto, al borde del colapso financiero y con cada vez menos lectores), periódico vocero de la derecha y del conservadurismo en Costa Rica desde 1949, La Nación, tal como debe ser, le concede una generosa entrevista al Dr. Córdova en su edición del 12 de noviembre para resaltar y endosar el supuesto acierto (sic) del T.S.E. en la concesión del premio citado al I.N.E. con su respectiva foto en primera plana.
En esa entrevista, Córdova abunda en ataques al presidente AMLO y su intento de reforma electoral que él califica de “dinamita contra el INE” y, en consecuencia, al sistema electoral mexicano. Nada más falso. Algunos datos:
¿Por qué un premio bochornoso al INE?
El Consejo Electoral del INE México con 11 miembros, es equivalente a los cinco magistrados(as) del Tribunal Supremo de Elecciones. Esos 11 miembros fueron producto de una votación por mayoría calificada del Congreso de México, en los tiempos del régimen neoliberal comandado por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con sus acólitos (PRD, PVEM, PES, etc.). Actualmente, hay mayoría de consejeros en el INE propuestos y nombrados por el PAN, el PRI y el PRD, pero todo bajo el dominio del expresidente Felipe Calderón del PAN (2006−2012). El INE se crea en 2014 y anteriormente existía el Instituto Federal Electoral (IFE). Desde 1997 hasta esta última de 2014, el IFE−INE ha experimentado 8 reformas constitucionales de mayor o menor calado. La de 2013 que transforma al IFE en INE es la de mayor profundidad y que crea la institución vigente hoy.
Lorenzo Córdova llega al INE como anterior consejero electoral y último presidente del IFE y el nuevo y actual presidente del INE, que dura en su cargo 9 años, pero Córdova estaba en el IFE desde 2011 así que lleva ya 13 años formando parte de la “burocracia dorada” del INE. Anteriormente Córdova se desempeñaba como investigador en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (I.I.J.). De acuerdo con la investigación (del periodista Álvaro Delgado Gómez), la UNAMúnicamente otorga una licencia para la suspensión de actividades por un plazo de máximo seis años, mientras que Córdova consiguió una ampliación en dos ocasiones hasta 2023, lo que fue violatorio para el orden jurídico universitario.
Lorenzo Córdova y sus 10 restantes consejeros electorales, así como funcionarios de alto nivel del INE, forman parte de la “burocracia dorada del INE” que se rebeló contra la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, que en síntesis establece que el máximo salario en la administración federal será el del presidente de la República y de ahí para abajo, los demás jerarcas. Pero en el INE, en el INAI, en la Suprema Corte de Justicia, mediante recursos de amparo ante la Suprema Corte, lograron mantener sus sueldazos que son del doble y hasta el TRIPLE del presidente AMLO. Aparte de ello, los “beneficios” adicionales que reciben los consejeros del INE (póliza de gastos médicos privada, bono por matrimonio −US$12,500−, gastos de representación, telefonía, viáticos, transporte con chofer, y una pensión propia solo para consejeros, adicional a la seguridad social IMSS, entre otros).
La legalidad no parece ser cosa que desvele a los consejeros del INE porque en 2003 al recientemente nombrado presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, le otorgaron el jugosísimo “bono por matrimonio” de US$12,500 (Ȼ8.125.000) cuando recién ingresó a laborar 4 meses atrás, siendo que ese bono era “un derecho” de los funcionarios que tenían más de 1 año de labores. Peccata minuta.[1] Y así es como se maneja el INE en general, muy dadivoso con su burocracia dorada o “funcionarios caviar”. (Sigue abajo).
Pero téngase en cuenta que “El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, [se] autorizó un seguro médico de 295 millones de pesos para él y para otros altos funcionarios de ese órgano electoral, el cual les dará cobertura médica hasta abril de 2025, pese a que la función de Córdova al frente del instituto concluye en 2023.” Como dice AMLO en lenguaje coloquial: la voracidad de estos consejeros del INE no tiene llenadera. A mis lectores internacionales les ilustro que $295 millones de pesos mexicanos equivalen en números cerrados a US$15 millones (leyó bien: quince millones de dólares). Peccata minuta…
Por eso en México se le conoce a los consejeros y altos funcionarios del INE como “burocracia dorada”, que en Costa Rica son equivalentes a los superintendentes (SUPEN, SUGEVAL, SUGEF, ARESEP) que ganan Ȼ7, Ȼ8 y Ȼ9 millones/mes, así como otros presidencias ejecutivas y otros jerarcas de esa misma “clase caviar” enquistados en la ubre estatal como sanguijuelas.

Pero el problema no es solo Lorenzo Córdova sino más bien las actuaciones colegiadas del INE, aún más, desde que era el IFE. Actúan realmente como una casta superior de la burocracia estatal. Recordemos que el antiguo IFE carga con el pesado fardo de la elección fraudulenta de Felipe Calderón en 2006, que hoy nadie se atreve a negar en México, excepto Luis Carlos Ugalde, expresidente del IFE en 2006 y sus secuaces, quienes prohijaron dicho fraude junto con la oligarquía financiera empresarial y mediática de México, comandados por Televisa, quien luego fabricó la presidencia también fraudulenta del sucesor, Enrique Peña Nieto (2012−2018).
De modo que la coordinación de voluntades de los principales partidos de México: el PRI y el PAN, que se repartía alegremente el ejercicio del gobierno federal y también en los 32 estados (incluyendo la Ciudad de México como entidad estatal) que hoy, ante la derrota contundente que les infligió AMLO en 2018, dejaron de lado las apariencias y se coligaron como el PRIAN. Algo así como el PLUSC en Costa Rica hasta 2014 (algunos hablan hoy del PLUSC+PAC) …
Después del sonado fraude de 2006 y la usurpación de Felipe Calderón, el futuro INE ha venido permitiendo y cobijando sucesivos fraudes electorales, ya no en la elección federal de 2018 (la próxima será en 2024), sino en las diversas elecciones estatales y consultas sobre diversos temas al pueblo mexicano. Veamos los ejemplos más sonados.
- Consulta sobre juicio a los expresidentes. A pesar del dicho de AMLO, repetido hasta la saciedad, de que había que pasar la página y no enfrascarse en pleitos legales con sus antecesores presidenciales, el clamo popular se impuso pidiendo juicio a los expresidentes Peña Nieto, Calderón, Fox, Zedillo y Salinas de Gortari por sus sonados casos de corrupción y asalto inmisericorde al erario y se recogieron casi 8 millones de firmas para validar legalmente la consulta. La Suprema Corte de Justicia (actualmente manejada por una mayoría de magistrados afectos a Felipe Calderón y al PRI) se encargó de redactar una pregunta ininteligible de la siguiente manera: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”
El INE “boicoteó” de igual forma esta consulta y puso un tercio de las casillas electorales a que estaba obligado y prohibió todo tipo de propaganda que no fuera propia (y escasa) y el resultado fue de una magra participación del 7% del padrón con 6,5 millones de votos, eso sí, un 90% pidiendo juicio a los expresidentes.
- Consulta de Revocación (o ratificación) de Mandato. Conforme con la oferta de AMLO en campaña electoral, propuso y se aprobó la modificación constitucional y según la ley publicada en setiembre de 2021, el INE debió convocar a la ciudadanía a una consulta popular para revocar o ratificar el mandato presidencial de AMLO 2018−2024 (sexenal). Con el 40% de los votos del padrón electoral, la consulta tomaría fuerza vinculante y si la mayoría rechazara la gestión del presidente, debía cesar en el ejercicio del cargo, según el procedimiento establecido en la ley. Inicialmente la oposición se sumó a la aprobación de esta ley aunque después se opuso y le puso mil trabas. Fue un proceso tortuoso lograr que por fin la oposición aceptara y el INE convocara la consulta de revocación de mandato, pero el INE insistió en que ocupaba el doble de los recursos que se le otorgaron para financiar la consulta. El INE pidió más de $3 mil mdp y el Congreso le aprobó $1,500 mdp. MORENA, el partido oficialista, alegó que el INE tenía recursos ociosos por $1,500 mdp guardados en un fideicomiso (que hoy resultó abiertamente ilegal y contrario a la ley de presupuesto nacional). Entre otros fines, ese cuestionado fideicomiso garantizará “las pensiones −adicionales− de los consejeros del INE cuando finalicen su función”, es decir, una pensión adicional a la que tendrían derecho mediante la seguridad social, aprobada por ellos mismos para ellos mismos.
Al final, el INE se impuso por la fuerza y realizó la convocatoria a la revocación de mandato con el 35% (57.000) de las casillas electorales (mesas electorales) que se habían habilitado para la elección del gobierno federal, de un total de 163.000. Obviamente ello motivó una enorme abstención (fomentó el abstencionismo), porque entre casilla y casilla podrían existir decenas de kilómetros o viajes de hasta 1 hora o más entre una y otra y hubo municipios donde no se instaló ni una sola. Las limitaciones a la propaganda fueron draconianas y hasta ridículas, pero el INE se impuso nuevamente.
El resultado fue un 18% de participación del padrón electoral con una aprobación para AMLO del 93%, de modo que no fue vinculante. Pero fue claro que 15 millones de mexicanos acudieron a las pocas urnas (casillas) a votar por la ratificación del mandato de AMLO.
- Elecciones de medio periodo. En junio de 2021 se realizaron elecciones para elegir los congresos de las 32 entidades federativas, 15 gubernaturas y cientos de alcaldías (o presidencias municipales como les llaman también). De manera absolutamente inverosímil, el INE se permitió descalificar para la lucha electoral por las gubernaturas de los estados de Guerrero y Michoacán, Félix Salgado y Raúl Morón, respectivamente. A ambos los descalificó el INE por no reportar gastos de “pre campaña” por sumas menores a $20 mil pesos (menos de US$1.000 dólares c/u), algo sumamente absurdo y fuera de toda proporción y razonabilidad, mientras que en el estado de Nuevo León, el mismo candidato Samuel García reconoció públicamente haber recibido solamente de su misma familia donaciones por más de $20 millones de pesos (US$1 millón de dólares), además de haber sido recibidos de cuentas de empresas “factureras” (fantasmas), y excediendo por mucho el límite fijado para gastar en una campaña electoral, pero ahí el INE no descalificó al candidato y fue elegido gobernador, a la postre, por el partido Movimiento Ciudadano.
Y fueron muchos, muchos, candidatos(as) de MORENA para cargos de diputados, alcaldes, concejales que fueron descalificados por el INE, con una abrumadora mayoría por encima de todos los demás partidos de oposición juntos.
Es decir, los fraudes del INE no tienen que ver con el conteo de los votos en las casillas (aunque se denunciaron algunos en las alcaldías de la Ciudad de México en 2021 que no se pudieron comprobar, aunque los números no eran congruentes). No. Los fraudes del INE vienen de la mano de inhabilitación de candidatos(as), sanciones de todo tipo, incumplimiento “legal” de sus obligaciones (53 mil casillas en vez de 163.000, prohibiciones de propaganda, vedas informativas, etc.).
El árbitro se alineó en el otro equipo
Si el INE está llamado por ley a ser el árbitro en las contiendas electorales, en México se dice y se puede probar fácilmente que ese árbitro se puso la camiseta del equipo de la oposición a AMLO y desde ahí hace campaña política todas las semanas contra el partido y el gobierno de AMLO.
En Costa Rica, si usted hace una encuesta entre diversos sectores sociales, incluyendo los académicos, intelectuales y profesionales con grados universitarios, resultará que ni el 1% sabe cómo se llama la magistrada presidenta del T.S.E. Pero si en México se hace la misma encuesta, sectores académicos, intelectuales y profesionales reconocen fácilmente a Lorenzo Córdova y a su alter ego, Ciro Murayama, como dos personajes prominentes de oposición al gobierno de AMLO.
Es de lo más frecuente que en la prensa tradicional (periódicos de escala nacional y televisoras y radioemisoras) en su enorme mayoría opositores a AMLO, se publiquen cada semana declaraciones y ataques de Córdova y Murayama contra el gobierno de AMLO. Es algo absolutamente inusitado. Algo que en Costa Rica no nos podemos imaginar siquiera, porque habría que hacer un ejercicio realmente abstracto de imaginación para ver en la prensa diaria costarricense a los magistrados(as) del T.S.E. emitiendo declaraciones atacando al gobierno de Rodrigo Chaves. Eso no sucede en casi ningún país del mundo, pero en México es comida diaria de los medios de comunicación.
La lista de fechorías y relajos cometidos por el consejero presidente del INE México y su alter ego Ciro Murayama, es enorme y ocuparíamos mucho espacio para dar cuenta de ella. Pero una cosa es clara: según encuestas encargadas por el mismo INE en setiembre pasado, una enorme mayoría como un 87% de la población aprueba aspectos clave de la reforma electoral propuesta por AMLO. Porcentajes arriba del 85% y más aprueban reducir la excesiva financiación a los partidos políticos; aprueban eliminar a los diputados(as) plurinominales (que son electos a dedo por los partidos y no por votación popular) reduciendo el Congreso de 500 a 300 diputados(as); y aprueba en un 90% que los consejeros electorales del INE sean electos mediante el voto popular de listas propuestas de forma tri partita entre el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo, que modo que no respondan a intereses de partidos sino a votación directa del pueblo y, por último, eliminar las costosísimas OPLES (Organismos Públicos Locales) en las 32 entidades federativas. Esto es importante. Veamos.
Cada estado cuenta con un Instituto Electoral Local quien se encarga de la organización de las elecciones para designación de: Gobernador, Diputados Locales, Presidentes Municipales, integrantes de Ayuntamientos, entre otros. “A partir de la reforma electoral de 2014 el INE trabaja con los OPL a fin de homologar los estándares con los que se organizan los procesos electorales locales, para garantizar altos niveles de calidad en la organización de las elecciones.” (https://www.ine.mx/voto-y-elecciones/opl/ ). Estos OPLes constituyen una pesada carga burocrática que solo funciona cada 3 o 6 años para las elecciones del caso. Suprimiendo estos organismos y centralizando toda la operación en el INE se calcula un ahorro anual de $50 mil mdp (US$2.500 millones de dólares). Es decir, racionalizar el gasto burocrático y eliminar dependencias inútiles, costosísimas.
AMLO ha dicho y reiterado hasta la saciedad que la reforma electoral propuesta no va a desaparecer al INE (y eso es fácil de comprobar analizando el texto de la propuesta, ya en manos del Congreso) sino que se pretende blindar al INE contra la comisión de fraudes electorales. ¡Y quién lo va a pedir más que el mismo presidente AMLO que fue víctima de fraudes en las elecciones de 2006 cuando alteraron el conteo de los votos y en 2012, cuando el IFE volvió a ver para otro lado y nunca sancionó la lluvia de millones de dólares (presuntamente provenientes de sobornos de Oderbrecht la empresa brasileña tristemente célebre) con que el PRI y Televisa llevaron a la presidencia Enrique Peña Nieto mediante todos los mecanismos “electorales” prohibidos por la legislación mexicana y que el IFE nunca vio.
El INE tiene demasiada cola que le majen desde que era IFE y ha sido fiel a su tradición de organismo electoral al servicio de los poderosos (la oligarquía, los grandes medios tradicionales de comunicación y los partidos tradicionales hoy coligados en el PRIAN + RD, cuya alianza pasa por una crisis mortal, vista la alianza coyuntural actual de MORENA + Sectores del PRI).
El dicho más manido de Córdova y la oposición en México es que “el INE es tan neutral que AMLO llegó al poder en 2018 en una elección organizada por él”. Cuando lo cierto es que el triunfo arrasador de AMLO en 2018 con el 53% de los votos (más de 33 millones de electores) era tan abultado que no admitía fraude alguno; es más, voces autorizadas han calculado que sí se cometió fraude contra AMLO en 2018 y que el porcentaje no fue del 53% sino mucho mayor.
Lo cierto es que la oposición y el INE no han podido detener el triunfo y el crecimiento arrollador de MORENA en toda la República mexicana, donde, en un lapso récord de apenas 4 años, MORENA se ha alzado con 22 gubernaturas y sus respectivos congresos y miles de alcaldías en todo México.
Para desazón de los opositores y del INE, la popularidad (el apoyo del pueblo de México) de AMLO es un fenómeno inédito y siempre anda arriba del 60%, llegando en momentos específicos al 70% de apoyo popular, lo cual enloquece a sus opositores y les pinta un oscuro panorama futuro, donde cada vez que haya elecciones, las pierden por resultados muy abultados, como desde ya se presagia para junio de 2023 con elección para gobernador del Estado de México, donde MORENA arrasará, así como en el Estado de Coahuila, cuna del apóstol de la democracia, Francisco I. Madero, que será la cereza del pastel antes de las elecciones federales del 1° de julio de 2024, donde es lo más probable que MORENA arrase y logre mantener la continuidad del movimiento de la Cuarta Transformación de la vida pública de México, iniciada con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
[1] “Peccata minuta” es una expresión latina que indica que una cosa es poco importante o tiene poco valor.