¿Es ahora la poesía inaccesible a la gente?
La poesía es posiblemente la forma literaria más artística y que requiere más elaboración y abstracción para ser escrita, pero sobre todo para ser entendida.
Los tropos (figuras literarias y retóricas) usualmente hacen de la poesía no apta para todos los mortales acostumbrados a esa frase que está de moda: “literalmente dice…”
Entonces vienen muchas preguntas, pero empecemos por una sencilla: ¿Es la poesía ahora más inaccesible que antes o es que la gente ahora tiene menos recursos para acceder a ella? ¿Y el problema tiene solución?
Preguntamos a poco más de una docena de poetas, escritores y editores al respecto y 5 de ellos tuvieron la amabilidad de respondernos. La exploración del tema es interesante y las respuestas nos ofrecen un cuadro de muchas coincidencias y algunas diferencias.
¿Es la poesía popular o asunto de un grupo reducido? “La poesía nunca ha tenido prestigio popular en Costa Rica, ya lo decía Rubén Darío, que somos un país de abogados a los que le interesan la literatura utilitaria. Aquellos que dicen que la poesía es popular siempre han estado equivocados. La poesía siempre ha pertenecido a una élite intelectual”, expone el poeta Cristian Marcelo, autor de “Corriente subterránea” y “Grado cero”, entre otros poemarios.
La poeta y actriz Arabella Salaverry revisa en la educación la que para ella es la causa principal de la impopularidad de la poesía: “Ya no se enseña poesía en las escuelas, allí está el meollo del asunto… la poesía era parte integral de la educación formal. Y esto en todos los niveles.”
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En eso coincide Marcelo: “En las escuelas y colegios hay decenas de libros de poesía que nadie lee. Las editoriales estatales venden los libros de poesía a precios irrisorios, porque nadie los compra. Y esto que vemos no es de ahora, es de siempre.”
Por otra parte, el sureño Minor Arias Uva, autor de hermosos libros de poesía para niños y niñas como “Canción de lunas para un duende”, expone también otra causa del problema: “Algunos poetas buscan ser complicados, no complejos. Hay poesía compleja hermosa.”
La causas también están en la organización social de nuestro tiempo, según el escritor Víctor Hugo Fernández, quien estrenó este 2018 su libro de cuentos “La reina del ácido“: “La poesía hoy día ha disminuido su crecimiento o popularidad entre las nuevas generaciones debido especialmente a la globalización y con ello a una explosión informativa y deformativa preocupante.”
De criterio distinto a los anteriores es el poeta Óscar Castro, quien construyó una notable parte de su obra en la calle, en su intenso libro “Indigente”, y ahora es un emprendedor de la literatura: “Creo que la poesía sigue teniendo el mismo prestigio de siempre, lo que sucede me parece es que la gente tiene un ritmo de vida diferente y no se detiene a leer como antes”.
¿Entiende la gente la poesía ahora como antes? “Hemos venido perdiendo el tacto para los momentos sublimes, hoy las relaciones son más impersonales, nos ocupamos de oír por oír simplemente”, advierte Castro.
Víctor Hugo Fernández, anota que “cada día se lee menos poesía, la tradición poética es sepultada y olvidada y, al hacerlo, se pierde la capacidad de apreciación y captación de lo poético. Las personas buscan formas directas, monosemánticas de expresión, la ambigüedad metafórica les causa incertidumbre e inseguridad”.
“El lector de poesía tiene un rasgo que lo caracteriza: Es poeta o quiere serlo“, asegura Cristian Marcelo. Según él, la poesía costarricense ha sido simple o simplona, de fácil comprensión por el lector contemporáneo. Sin embargo, anota que “hay poetas complejos que nunca serán leídos por el gran público”.

“No es que antes la gente no entendía la poesía, sino que la poesía utilizaba recursos musicales que ahora ya no emplea, entonces el lector se enfrenta a una prosa insípida que habla de la vida cotidiana”, agrega el vate.
Según Salaverry, autora de la obra “Chicas malas”, ahora la poesía es ajena a la gente: “Las fiestas Patrias, el descubrimiento de América, el día de la madre, en fin, todas las festividades estaban aderezadas con poesía. Así que era una amiga cercana de la gente“.
¿Cómo cambiar esta situación? La poeta y actriz afirma que es sencillo: se trata de retomar esas prácticas y capacitar a los docentes para que puedan entender y disfrutar la poesía, como antes.
Similar criterio comparte Cristian Marcelo: “Se podrían hacer muchas cosas… pero en Costa Rica no existen políticas educativas para definir un tipo de lector necesitamos”.
Y es más crítico aún en cuanto a las lecturas obligatorias de la educación formal: “Muchas de ellas son favores a ciertos poetas o narradores, pero no existe ninguna razón fondo”.
Entonces, así las cosas, el esfuerzo queda del lado de los poetas, quienes “han intentado proyectos como lecturas en parques, plazas, centros comerciales, cárceles, etc, para llevar la poesía al público, pero estas actividades no logran que mejore la venta de libros”.
“Habría que lograr articular la educación con ferias del libro regionales, lograr mayor difusión de poetas en los medios de comunicación masiva, lograr bajar los gastos en producción de los libros, pues existe una competencia desleal por las editoriales estatales, donde los libros se pueden vender a una fracción del precio del costo de su producción”, propone.
De acuerdo con Minor Arias Uva se debe continuar el esfuerzo de leer en todos los espacios y escribir poesía sin poses, honesta. “De igual manera revisar la poesía que leen los jóvenes e incluso los niños. Porque mucha de esa poesía anula el amor por la poesía“.
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El criterio lo comparte Víctor Hugo Fernández: “Debe haber un esfuerzo masivo de parte de autoridades educativas y culturales. Fortalecer los programas de lectura y estudio de lo poético en escuelas, colegios y universidades, promover certámenes literarios, estimular la creación poética, favorecer encuentros masivos de personas con los poetas”.
Así mismo hacer un trabajo de promoción fuerte en medios de comunicación y “volver a creer en la poesía y su capacidad transformadora“, en sus palabras.
Con esa idea está de acuerdo Óscar Castro: “La poesía es una maravillosa herramienta que abre muchas puertas, compartir la palabra es un ejercicio hermoso, es imperativo proponer momentos para la lectura, abrir espacios literarios , en nuestro país lamentablemente a pesar de los esfuerzos que se hacen el hábito de lectura ha caído estrepitosamente”.
¿Por qué si el problema es evidente, es reconocido por la mayoría, y las soluciones han sido planteadas, no se pueden implementar y no hay avance en esa dirección?