Ottón Solís propone vender el BCR al Banco Nacional y así no privatizarlo
Vender el BCR al Banco Nacional para no perjudicar a los empleados y lograr el objetivo de rebajar un poco la deuda pública.
En un extenso documento hecho público hoy, el exdiputado y excandidato presidencial Ottón Solís, propone vender el BCR al Banco Nacional, de manera que el estado se pueda rebajar la deuda pública y mantener los activos de la entidad financiera en el estado.
Según la propuesta de Ottón Solís Fallas se trata de “otra forma de utilizar el BCR para reducir el pago de intereses y la duda del gobierno, sin privatizarlo”.
En el documento, el fundador del Partido Acción Ciudadana hace un análisis exhaustivo con datos económicos para sostener que con la venta del Banco de Costa Rica apenas se bajaría la deuda pública en un 0,21%.
“De acuerdo con el gobierno, el BCR se podría vender en aproximadamente $1.785 millones. Con esos recursos se cancelaría deuda y se dejarían de pagar los intereses correspondientes. El promedio ponderado de la tasa de interés sobre la deuda es del 7,6%. Lo que significa que con la privatización del BCR el pago de intereses se reduciría en $136 millones. Esto equivale a un 0,21% (poco más de una quinta parte de un 1%) del PIB”, explica el economista quien también fue representante de Costa Rica ante el Banco Centroamericano de Integración Económica.
Según Solís, aunque exigua, esa cifra es significativa para paliar los efectos del déficit fiscal en el país.
“De acuerdo con el gobierno, el déficit fiscal ronda un 4,06% del PIB. Ello significa que si se privatiza el banco por el monto estimado por el gobierno y presumiendo que no hay costos fiscales derivados de la privatización (costo de la estructuración y la licitación, transferencias a entes públicos, tributos, etc.), el déficit fiscal pasaría de un 4,06% a un 3,85%”, agrega Solís.
Ottón Solís también valoró que el Gobierno anterior logró estabilizar la situación fiscal del país y afirma que “rebuscó en la estructura de gastos e ingresos montos individualmente también pequeños, lo hizo sin necesidad de privatizar nada, ni de despedir o reducir el salario de nadie”.
Explicó que respaldó los cierres tanto del Banco Anglo Costarricense, como del Crédito Agrícola de Cartago, “pero esos dos bancos estaban quebrados; el Anglo por corrupción y Bancrédito por su concepción”.
En este caso, propone entonces que el BCR sea vendido al BNCR, porque “el BCR, por el contrario, es rentable, paga impuestos y cargas parafiscales, algunas de ellas de suma importancia dentro del Estado social de derecho”.
“El negocio bancario es de los más rentables en cualquier país y se caracteriza por sustanciales economías de escala, lo que conduce a su concentración en pocas manos. En el caso de Costa Rica, la banca estatal ha llevado servicios de ahorro y crédito a todos los rincones del país, lo que ha permitido a centenares de hombres y mujeres, incluyendo a las de Purral, bancarizarse y ser parte de la economía nacional”, escribió.
Según Solís Fallas, vender el Banco de Costa Rica producirá más desigualdad económica, porque se afectarán a miles de familias que pasarán de tener un trabajo digno y con beneficios a ver reducidos sus ingresos y beneficios.
“La ortodoxia de mercado, la ley de la selva o la teoría del goteo ya no son defendidas casi por nadie, ni por la academia ni por las capitales del mundo occidental”, añadió.
El economista propone que “el BN puede utilizar su tenencia de bonos del Gobierno para pagar parte del valor del BCR y adquirir un pasivo por el resto. El saldo de deuda bonificada en manos del BN es de aproximadamente $1.014 millones. Con la transacción se cancelaría deuda del gobierno por ese monto y el BN adquiriría una deuda de $771 millones con el gobierno. De ese modo, los pasivos del gobierno netos se reducirían en los mismos $1.785 millones a que aspira el presidente Chaves, sin tener que privatizar el BCR”.
El exdiputado dio a conocer que en 1997 había presentado un proyecto de ley para que el INS fuera comprado por la CCSS y la Fanal por el INA. Según Solís, en aquel momento se habría reducido la deuda un 25%, pero hoy es muy diferente.
Descargue el documento completo con la propuesta de Ottón Solís en este enlace.
Todo suena muy razonable y se evita la bronca de la privatización
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