Negó vacuna y atención, lo llevaron a clínica privada y luego exigieron que la CCSS pagara los gastos

Negó vacuna y atención, lo llevaron a clínica privada y luego exigieron que la CCSS pagara los gastos
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Este es el mejor ejemplo de cómo una decisión basada en mentiras conspiracionistas de las redes sociales y de Internet, pueden poner en desgracia a una familia entera, no solamente por la eventual pérdida de un ser querido, sino además por una extraordinaria deuda económica.

Negó vacuna y atención

Un paciente asistió al Hospital Calderón Guardia con sospechas de haber adquirido Covid-19, pero lleno de prejuicios anti pandemia y anti vacunas. El doctor encargado de atenderlo se tuvo que enfrentar a lenguaje inadecuado y al rechazo reiterado de atención por parte del paciente.

Según la resolución de un recurso de amparo en manos de Culturacr.net, la Sala Constitucional determinó que el paciente “utilizando vocabulario soez y con una actitud agresiva, rechazó ser vacunado en contra del coronavirus COVID-19, también se negó a que se le aplicara la prueba respectiva, y a recibir la atención médica pertinente”.

El paciente dijo al doctor Araya -quien lo atendió en Emergencias- que no quería vacunarse porque “es un estudio fase 3 que no sirve, no me vacuno hasta que sea real”, según la declaración en la bitácora del galeno del 15 de agosto (que es parte del testimonial del recurso).

Además, el señor no quiso realizarse la prueba para detectar Covid-19: “No me voy a hacer la prueba, ya que eso no sirve, de por sí a todos le ponen que están positivos aun estando negativos, ya he investigado mucho en Internet, por lo que no me pueden obligar”, vociferó el señor al doctor Araya.

El paciente hablaba en voz alta e insistía de manera agresiva que “había investigado en Internet” y no podían obligarlo porque solamente tenía una molestia en la garganta. Según el reporte del hospital se le insistió en atenderse hasta que finalmente un familiar se lo llevó del hospital, ante su negativa.

Luego en hospital privado

Días después, la familia optó por llevarlo al Hospital Clínica Católica, donde se detectó que el señor sí estaba enfermo por Covid-19, pero ya con problemas respiratorios que obligaron a su hospitalización y posterior traslado a cuidados intensivos. Esa situación acumuló una factura por cerca de ¢43 millones que la familia adujo no poder pagar, por lo que acudió a interponer un recurso de amparo exigiendo que sea la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) quien pague esos servicios médicos.

Los familiares plantearon en el recurso que intentaron hacer el traslado al hospital público de referencia, cuando su situación se puso grave, pero no fue sino hasta el 2 de setiembre cuando aparecen los registros del pedido de transferencia. El gran problema: en esa fecha no había camas de cuidados intensivos para la gravedad del caso que enfrentaba en ese momento el paciente.

Recurso de amparo

Entre los hechos probados que la Sala Constitucional determinó se encuentra que “resulta claro, entonces, que la denegatoria del traslado no se debió a alguna arbitrariedad, sino a una 13 realidad objetiva como lo es la saturación hospitalaria generada por el coronavirus COVID-19″.

La misma saturación de los hospitales por parte de quienes no quieren vacunarse, en su mayoría, provocó irónicamente que esta familia no tuviera esta oportunidad (7 de cada 10 personas que ingresan a las UCI son personas que no se han vacunado). Pero son muchos los casos de personas que llega a un hospital público en estos momentos y tienen dificultades para ser conectados a los equipos necesarios para su atención.

La Sala rechazó el recurso por los hechos expuestos, pero además porque no le corresponde a ese tribunal constitucional determinar la devolución de dineros en un caso así.

Hoy la familia enfrenta una deuda millonaria por los gastos incurridos en el “Hospital Clínica Católica”, además de ver cómo el deterioro de un ser querido por no vacunarse ni querer recibir atención médica a tiempo. Todo gracias “a las investigaciones por Internet” que realizó el señor, una víctima más de los conspiracionistas anti vacunas y anti pandemia, además de los grupos políticos que han usado estos temas para la politiquería en campaña electoral.

Entre los grupos reconocidos que promueven estas falsas ideas contra las vacunas y la existencia de la pandemia, se encuentran sectores conservadores religiosos, como los partidos políticos evangélicos y una gran cantidad de cultos en todo el país. El diputado Melvin Núñez del Partido Restauración Nacional no se quiso vacunar y ahora se encuentra en estos momentos internado y con problemas para respirar en el Hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas. “Prefiero morirme antes que vacunarme”, dijo en su momento.

“Llegan diciendo que la vacuna tiene la marca de la bestia o que tienen un chip que se controla desde Rusia”, declaró el director del Hospital de San Carlos al periodista Randall Rivera.


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