En el libro “Influencia sociodigital, Internet y elecciones“, de Julián Atilano Morales y publicado por Instituto Electoral del Estado Mexicano, que analiza las elecciones modernas, se confirma cómo las cámaras de eco refuerzan las mentiras en redes sociales y meten a las personas en una burbuja de engaños y autoengaños que afecta la toma de la decisión electoral.
¿Qué son las cámaras de eco?
Digamos que las cámaras de eco son burbujas donde interactuamos permanentemente en redes sociales y donde nos dicen y decimos solamente lo que queremos escuchar.
“En Internet solemos seguir a personas y medios que comparten nuestra visión de la realidad. Invariablemente, terminamos compartiendo y consumiendo contenidos que refuerzan esa visión. Para retener tu atención, redes como Facebook están optimizadas para mostrarte sólo lo que te interesa y dejar fuera lo “irrelevante” (Pictoline, 2016, citado en el libro mencionado).
Las burbujas sociales en redes como Facebook, Instagram, Twitter y los algoritmos de estas redes, así como de Google, empiezan a crear mundos o burbujas de las que no nos salimos, porque esas redes incluso nos sugieren amigos y contenidos afines a los que nos gustan.
“Esta mezcla de selección propia con algoritmos podría dejarte dentro de una cámara de eco donde crees que el mundo es tal y como lo imaginas… y que otras visiones son una minoría o de plano no existen, pero nada más alejado de la realidad”. (Pictoline).
Los troles y las cámaras de eco
La creación y aplicación de servicios de troles desde agencias en el extranjero (México, Alaska, India, Filipinas, etc.) para grupos organizados en defensa de un personaje o una ideología en particular, es fundamental para ampliar esas cámaras de eco. Por ejemplo, Fabricio Alvarado, Rodrigo Chaves y José María Figueres fueron apoyados por baterías de troles provenientes desde México y Alaska.
Los troles (bots o humanos) llegan a crear ruido (interacciones) aparentando que son personas en masa quienes apoyan algo, pero en realidad son un grupito de personas pagadas detrás de un ordenador dirigiendo “comentarios” que usualmente no pasan de dos o tres líneas con frases hechas para reforzar conceptos en el resto del público que sí es real. Y así crean ilusiones de grandes apoyos que no son reales.
Frases que escuchamos recientemente como “ahora sí hay presidente”, “qué chimazón”, “prensa canalla” o afines son precisamente esas frases que encontraremos en las redes muy seguido.
Esa realidad de las redes afecta las elecciones democráticas, así como los apoyos, en los diferentes países, desde lo que pasó con Donald Trump en Estados Unidos hasta países latinoamericanos. La gente está guiándose según esas burbujas y no según su propio criterio, inteligente y formado, de lo que sucede. Y, en muchos casos, esas cámaras de eco se construyen a partir del odio y la mentira.
El odio y la mentira tomando decisiones
El gran desgaste de los partidos políticos y de los mismos políticos tradicionales hace mella, de manera que las características negativas de las candidaturas presidenciales predominan en las redes sociales, pero eso le abre una gran puerta al populismo y al autoritarismo para surgir. Se difunde más exponencialmente (viral) un meme que diga una mentira sobre un candidato, que una propuesta de cualquier candidato o candidata.
En consecuencia, las cámaras de eco están afectando decisiones políticas. Son personas que se alimentaron del odio y el rechazo, del desencanto y la falsedad, tanto así que pronto estarán apoyando populistas y hasta dictadores porque consideran que son la solución.
Lo triste de esta realidad digital es que las mentiras se imponen en todo lado y algunas personas tomarán sus decisiones políticas con base en grandes mentiras, engañados por otros y autoengañados por sí mismos, por creer que pertenecen a la mayoría de la gente, cuando en realidad solamente son parte de grupos o burbujas muy cerradas.
Esas burbujas, sin embargo, también pueden tener un efecto en la realidad, al hacer creer a las personas “de la calle” que la realidad de las redes es la realidad general de un país. Incluso puede terminar siéndolo, por la influencia de ese trabajo en la social media, que normalmente es pagado por fondos oscuros de intereses creados.
En este video se explica la cámara de eco para los medios de comunicación, pero es igual para las redes sociales: