La presidenta ejecutiva de la institución afirmó hoy que la CCSS no es caritativa ni universal, porque es un servicio costoso que no todos pagan, porque si alguien no paga “se le pasa la tarifa al estado”.
El sistema de salud es insostenible por el cargo al estado, porque el estado debe pagar un gran monto de deuda con la CCSS.
Afirmó que en los años anteriores se realizó un manejo irresponsable de las finanzas, porque las administraciones anteriores no tomaron las medidas necesarias. Arremetió contra los órganos fiscales y que la junta directiva debe aprobar un informe financiero en el que no creen.
También mencionó al Plan Escudo, aunque no detalló al respecto.
“Autoridades anteriores que regalaron beneficios adicionales”, en referencia a una pensión adicional que tienen los funcionarios de la CCSS cercana a un 4% adicional. “Y esos costos se le trasladan al estado como pagadores de impuestos”, afirmó.
Esquivel afirmó que la CCSS no respeta reglas o normas contables nacionales e internacionales, sino que utiliza “cifras maquilladas”. Eso conduce a una irresponsabilidad financiero-contable y supuesta violación de la ley porque la gerencia financiera hace proyecciones actuariales que no le corresponden, un acuerdo de una junta previa que fue eliminado. Por eso el informe actuarial entró en conflicto con el informe financiero.
“No hay un sistema financiero confiable y nos piden aprobarlo”, indicó. También agregó que el sistema de costos tampoco está claro y hay un sistema de inventarios desactualizado.
Denunció los problemas con el abastecimiento de los medicamentos y problemas para generar sistemas informáticos que fracasaron en el pasado.
“¿Cómo vamos a tomar decisiones con tres documentos con información diferente?”, cuestionó al mostrar cuadros de varios informes, incluyendo el flujo de caja.
Insistió que hubo derroche de recursos financieros en beneficios laborales con ajustes salariales desproporcionados.
Afirmó también que hay una red de cuido, “argollas para mantener el control” y “procesos disciplinarios que terminan en nada”.
También Esquivel afirmó que “las compras son un festín en la CCSS” y usó el ejemplo de la compra de mascarillas, donde aplicaron las sanciones más fuertes que la institución tiene.
“Ya iniciamos investigaciones contra los posibles responsables para determinar acciones disciplinarias”, afirma Esquivel. Además, sostiene que por primera vez se establecen prioridades para la construcción de la infraestructura de la CCSS.