La magistrada suplente Zetty Bou sustituirá a Luis Antonio Sobrado como magistrada propietaria, luego de un sorteo realizado según lo establece el artículo 100 de la Constitución Política y los artículos 13, 14 y 15 del Código Electoral.
Eugenia María Zamora Chavarría es actualmente la magistrada presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y así quedarán el cuadro completo, de frente a las próximas elecciones del 6 de febrero de 2022.
Bou estarán en ese cargo hasta que la Corte Suprema de Justicia, designada por ley, nombre al próximo magistrado propietario al tribunal electoral más importante del país.
Ella es suplente del TSE desde el 20 de diciembre de 2004 y ya fue parte de la plana mayor en las elecciones nacionales y municipales de 2010 y los comicios nacionales de 2018. Tiene dos maestrías, una en Derecho Público de la UCR y otra de Administración de Empresas del ITCR.
La salida de Sobrado
Luis Antonio Sobrado se acogió a su pensión luego de 22 años de servicio, pero antes se inhibió de participar en este proceso electoral porque su cuñada Ana Lupita Mora participa de la contienda electoral con el partido Patria Justa que lidera Rolando Araya.
Por esa razón el magistrado decidió presentar su renuncia a su puesto como magistrado del Tribunal Supremo de Elecciones, donde se ha desempeñado por poco más de dos décadas y donde ha sido presidente por tres quinquenios.
Sobrado adujo que aunque se trata de su cuñada y la legislación no le impide seguir como magistrado, lo hace para no afectar la confianza y la credibilidad de los ciudadanos en el próximo proceso electoral.
“Más allá del dato normativo, es lo cierto que una elección tan compleja como la que se avecina demanda que las personas que encarnan la magistratura no dejen margen alguno de duda sobre su imparcialidad como árbitros de la contienda”, expresó Sobrado en su carta de renuncia presentada ante Eugenia Zamora, magistrada vicepresidenta en aquel momento.
El magistrado Sobrado tenía la posibilidad de excusarse de participar en el proceso electoral hasta la declaratoria de elección con goce de salario, pero consideró improcedente e inaceptable. De acogerse a esa alternativa y de ser aceptada, él considera que eso “acarrearía cuestionamientos sobre mi honorabilidad y la de mis compañeros, dado que significaría para mí devengar salario, por incluso un semestre, sin desplegar esfuerzo alguno para merecerlo; opción que, por ende, también considero inaceptable”, indicó.