4 de junio de 2023

Los aberrantes besos del Dalai Lama y por qué no es un tema de diferencia cultural ◘ Voz Propia

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Al principio, pensé eso, pensé claramente en la diferencia cultural y el hecho de hacerlo público como determinantes para justificar su “juego” de besos y lenguas o los besos del Dalai Lama a un menor de edad.

Pensé que no podría considerarse pederastia, como lo indica el buen amigo Albino Chacón en un post reciente de Facebook, porque no fue oculto ni premeditado, tampoco fue un acto, digamos, en apariencia sexual.

Sin embargo, luego también medité que el Dalai Lama se supone un ser humano culto, espiritual y sensible. Y que todo eso le falló en un acto que, con los antecedentes de abusos de autoridades cristianas (católicas y evangélicas), se podía interpretar como un abuso, porque es un abuso.

Incluso, y es lo más serio, si se observa el video, el niño claramente está incómodo y asustado, no quiere, pero accede al beso en la boca, después de dar el beso de cariño y admiración en la mejilla con el que no tuvo problema. El sacar la lengua y pedir succión fue desagradable.

¿Lo hizo inocente? Creo que sí, pero no lo excusa. Eso nos demostró senilidad y desligamen de su sensibilidad espiritual y cultural.

Porque incluso el niño se resistió y fue desagradable para él, en una exhibición pública. Un trauma para un niño, como lo pudo ser para cualquier niño en nuestro mundo actual. Es un abuso, una torpeza y una carencia absoluta de tacto cultural. Y ahora el niño es revictimizado.

Los occidentales vomitamos el abuso religioso y sexual. Y de aquí en adelante lo seguiremos haciendo, por eso más que una diferencia cultural este asunto trasciende a un abuso.


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