- La ruta del cangrejo es un artículo de opinión cuyo responsable es el autor del mismo.
Por Luis Felipe Arauz C. El actual gobierno ha decidido usar el término “ruta” para delinear sus diferentes acciones: La ruta del arroz, la ruta de la educación, la ruta del agua y otras. Al contrario del nombre del partido que lo llevó al poder, “Progreso Social Democrático”, (y para decepción de la fundadora del partido), esas “rutas” más bien suponen un retroceso, o, como decimos popularmente, van “para atrás como el cangrejo”. Presentamos algunos ejemplos de esta Ruta del Cangrejo.
Agro. El proyecto agrícola estrella del gobierno es la llamada “Ruta del Arroz”, la cual no logró una rebaja sensible en el precio al consumidor, y ha causado la ruina en el sector productor arrocero, y la pérdida de cientos de empleos. El gran beneficiado: el sector importador, donde destaca uno de los financistas de la campaña del partido Retroceso Social Democrático. Para entender este estropicio, no podemos evitar pensar en el dicho atribuido al informante en el caso Watergate: “Follow the money…” (Siga la plata…).
Educación. Con bombos y platillos se anunció la “Ruta de la Educación”, cuya formulación todavía se desconoce. A juzgar por las acciones concretas (reducción de financiamiento a la educación, cierre de apoyos a estudiantes, cierre de programas de inclusión, comentarios burlones del presidente respecto al informe del Estado de la Educación), esta ruta es un retroceso más. Beneficiarios: la educación privada, cuya relación con la parentela de la ministra es bien conocida. “Follow the money…”
Salud. El gobierno insiste en que “la Caja está quebrada”, hecho que ha sido ampliamente rebatido. Suena a pretexto para detener la inversión de la CCSS en infraestructura, equipamiento y personal médico, beneficiando a las empresas que ofrecen servicios privados de salud. Este apoyo a la salud privada en detrimento de la pública se confirma con la renuencia del gobierno a pagar sus deudas a la CCSS, y más recientemente, con el programa de copago a servicios privados, supuestamente para reducir las listas de espera, cuyo beneficio es ínfimo a los asegurados, excepto para quienes por capacidad de pago acuden regularmente a la medicina privada, y que mayoritariamente no forman parte de las listas de espera. ¿“Follow the money”? Está por verse quiénes se benefician con este retroceso…
Transporte y movilidad. Con tal de tirarle tierra a un proyecto gestado, proyectado y financiado en condiciones muy favorables en una administración del PAC (¡qué espanto!), el gobierno se dedicó a buscarle, con base en imprecisiones técnicas y rotundas mentiras, “pelos en la sopa” al proyecto de Tren Eléctrico de Pasajeros. Al final lo echó para atrás y dejó perder un financiamiento casi regalado del Fondo Verde del Clima, sin tener una alternativa viable. ¿Quién se benefició de semejante despropósito? Las mismas personas responsables de un sistema de transporte público obsoleto e inoperante, lento y contaminante. ¿Será que había algún interés, más allá de la politiquería? Al juntar esto con el impulso a lo que la exdiputada Catalina Montero calificó como “otro vergonzoso retroceso”, el proyecto de ley número 22530 “Ley para la Protección del Sector Autobusero Nacional ante la Crisis Sanitaria, Social y Económica provocada por el Covid-19”, es claro que se quiere proteger a un poderoso sector económico, que incluye algún financista relevante de la campaña de Chaves. ¿Otra vez, “follow the money”?
Ambiente y energía. Más que un retroceso, en materia de energía lo que se ha dado es un salto atrás de al menos 40 años: Es increíble que, en la tercera década del Siglo XXI, el gobierno insista en la exploración de hidrocarburos en Costa Rica, cuando el país hace tiempo apostó por las energías limpias y la descarbonización, y que busque alquilar más plantas térmicas a base de combustibles fósiles en lugar de continuar por la senda de las energías renovables. Las opciones existen y se usan en otras partes del mundo. El gobierno lo sabe, pero…
Agua. La llamada “Ruta del Agua”, no es más que la continuidad de algunos programas existentes, con un agravante: el gobierno puso el freno y atrasó año y medio el arranque del proyecto más importante para llevar agua a la zona costera al oeste del Río Tempisque, que terminaría con los problemas de agua potable de la región y con la conflictividad entre las comunidades y los desarrollos turísticos, y habilitaría 19,000 hectáreas para riego (ahí sí, una verdadera ruta para el arroz y demás cultivos actuales y potenciales para esa región históricamente golpeada por las sequías). Año y medio solo para cambiarle el nombre de PAACUME (seguramente le sonaba a PAC, nuevamente, ¡qué espanto!) a “Agua para la Bajura”. Una muestra más de la bajura, o más bien la bajeza de este gobierno.
Seguridad. El retroceso en materia de seguridad que hemos visto en esta administración es pasmoso. Si no fuera trágico, sería risible el ridículo que están haciendo. El crimen está más rampante que nunca, y el gobierno en su desesperación reparte culpas: que la Asamblea Legislativa, que el Poder Judicial, que los gobiernos anteriores. Pero eso sí, cuando la fiscalía y el OIJ (llámese Poder Judicial) asestan un golpe al crimen organizado, sale el presidente pavoneándose de “su” logro.
La mesa servida y el sombrero ajeno. Aparte de los retrocesos señalados en materia social, educativa, ambiental y otras, la Ruta del Cangrejo tiene otro elemento que simula que se avanza: el reclamar como propios logros que ya estaban muy avanzados en administraciones anteriores. Algunos ejemplos: Circunvalación Norte (el tramo inaugurado estaba casi listo, y el que falta, con un alto grado de avance); la reactivación macroeconómica, fruto de la Ley para el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, aprobada en 2018 y que supuso un alto costo político para el gobierno anterior, y de la inversión histórica en educación superior de alto nivel, que este gobierno se empeña en debilitar; el Reglamento de Registro de Plaguicidas (ya la administración anterior había sacado un reglamento, esta le hizo cambios de forma y sacó un nuevo reglamento), entre otros.
Escándalos. Aparte de los “empujoncitos” a sus financistas de campaña, recientemente se ha desatado un escándalo que está siendo investigado a nivel de tribunales, de Asamblea Legislativa y de la propia Contraloría General de la República, por un presunto uso poco transparente de los fondos destinados a la comunicación del gobierno, en un esquema promovido desde Casa Presidencial por medio del asesor presidencial conocido como “Choreco”, con contratos multimillonarios a amigos del asesor en cuestión y empresas “afines”. Este esquema también tenía tintes de vendetta política, ya que incluía (con la presión del propio presidente) pasar al SINART programas de la JPS que se transmitían en un medio de mucho mayor “rating”, pero que había sido crítico del presidente. Esto también es congruente con los intentos por denigrar a periodistas decentes e independientes. ¿Todo para qué? Tal parece que para favorecer amigotes o desfavorecer a críticos, poniendo en peligro al propio SINART y sus trabajadores. Comentario al margen, aunque no tanto: el asesor Choreco es el fundador (¿dueño?) del Partido Aquí Costa Rica Manda. Huele a injerencia directa de Casa Presidencial en actividades político-electorales. En fin, veremos en qué termina el “chorecazo”.
La más grave. Todos los retrocesos anteriores, en materia social, ambiental, económica y ética son muy graves, y se enmarcan en algo aún más grave, que es la pérdida de respeto hacia la ciudadanía y la democracia: hemos retrocedido en valores como hablar con la verdad, respetar (y no denigrar) a quien piensa diferente, reconocer logros ajenos, respetar la palabra empeñada en la observancia y defensa de la Constitución, la cual prescribe la división de poderes. En fin, la Ruta del Cangrejo también lo es en materia de la más elemental decencia.
*Ex ministro de Agricultura y Ganadería.
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