8 de junio de 2023

La normalidad educativa es cada vez peor ◘ Voz Propia

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Sin mascarillas, sin pruebas Faro, con suspensión de clases de manera rutinaria, una normalidad educativa que confirma el camino mediocre de la educación pública.


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Quizás parezco muy mayor, pero cuando yo iba a la escuela y colegio faltar a clases no era una opción. No era una opción a considerar, no se pensaba en esa posibilidad, excepto en un escenario de real emergencia o enfermedad. Lo contrario es la normalidad educativa en nuestro tiempo.

Hoy las ausencias son comunes. El año pasado una docente reclamaba siempre que los niños faltaban mucho y se retrasaban. Tenía razón, pero no decía que cuando ella se ausentaba por congresos ficticios (a los que no asisten ni aportan), reuniones y otras excusas múltiples que hoy tienen para evadir el aula, las niñas y niños también se retrasan.

Ella se quejaba de los padres por eso, pero los padres y las madres al ver que los docentes faltan tantísimo a las clases o suspenden lecciones de manera rutinaria (con complicidad de las direcciones de los centros educativos) terminan -irresponsablemente- por hacer lo mismo.

Al final, el asunto terminó en una complicidad pasmosa, un descaro irresponsable en el que a nadie -o poquísima gente- le importa la asistencia a clases, es algo siempre descartable, algo a considerar. Y el que reclama por eso es un raro.

¿Cómo puede un país mejorar su educación y superarse con una mentalidad así? Yo no veo forma, por eso Costa Rica siempre será un país donde unos pocos destacan mucho (sobre todo si se van del país) y otros seguirán siendo parte de una masa horizontal de conformismo, ley del mínimo esfuerzo y poca productividad. Y eso está en todos los niveles y disciplinas del hacer. La gente solamente medio responde ante el trabajo remunerado, porque de eso depende todo lo demás, como la comida y la diversión misma.

Idiosincrasia, sí, pero que nace de los mismos cimientos de la educación actual y de la cultura misma, tan latinoamericana, del tico.

Una normalidad educativa siempre anormal

Esta “normalidad educativa” empeoró, también, con la pandemia. Todos los actores del proceso educativo se acostumbraron a la inasistencia a clases presenciales y hoy, cuando volvieron por fin después de eliminadas las medidas de protección, el asunto parece el mismo. Eliminaron las medidas sanitarias, pero no la actitud, ni mejoraron las condiciones educativas.

Yo pensaba que con la ministra Ana Katharina Müller (y con un mandato firme del señor Rodrigo Chaves) el asunto iba a ir cambiando poco a poco. Pero más bien está peor: eliminaron medidas sanitarias (incluso en la cocina no usan mascarilla), eliminaron Pruebas Faro y todos andan relajados (profes, estudiantes, padres), eliminan o suspenden clases por cualquier excusa, dan contenidos incompletos del temario, cambian los horarios a su antojo sin importar si los padres de familia puedan o no por responsabilidad de trabajo, entre otras lindezas a las que ya todos y todas están habituados. Y no pasa nada, todo normal, que viva la fiesta y que viva el vacilón.

¿Qué importa el futuro si hoy estamos tuanis?

Una normalidad educativa decepcionante.
Aulas vacías todas las semanas

La educación pública sigue, lamentablemente, en su proceso constante y sostenido de deterioro, haciendo una especie de metástasis hacia una dirección desconocida, que a nadie realmente interesa.

Mientras tanto, quienes pueden pueden, pues pagan por una buena educación, mientras el resto de la población sigue viendo cómo malas decisiones del MEP (en los últimos 20 años por lo menos) siguen tolerando la mediocridad en sus centros educativos.

Y eso no lo digo yo, lo ha comprobado el Estado de la Educación, un estudio que es parte del Programa Estado de la Nación (PEN), con datos y hechos contundentes. Costa Rica es el país que más invierte en educación con más malos resultados, lo dicen los diferentes ránkings, como el informe PISA y otros.

Y quienes decimos algo así somos unos intensos, amargados, incómodos o “juega de vivos”. Es decir, o uno se adapta o se calla. Y si no le gusta, busque camino.


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1 thought on “La normalidad educativa es cada vez peor ◘ Voz Propia

  1. Así es. Qué tristeza. Por eso mucjas personas se sacrifican para enviar sus hijos a centros privados. Hay que tomar acciones inmediatas. Pero quién? Los sindicatos no ayudan tampoco.

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