La ética del mérito al trabajo ajeno ◘ Voz Propia

OPINIÓN. Tal vez el título de la ética del mérito al trabajo ajeno le suena rimbombante o muy rebuscado, pero en dos platos es robarse el trabajo de otros o, como se dice por estos días, vestirse con traje ajeno.

Hoy los alajuelenses inauguraron su nueva terminal de buses, con diseño e inversión de la municipalidad local realizados desde 2021 y hasta el 2022. En abril de 2021 se estimó en ¢2.200 millones la inversión del dinero municipal (de los alajuelenses).

Hoy, como en una pasarela, con alguna gente gritando de manera inusual, el presidente Chaves fue vitoreado por una obra en la que él no movió un dedo. Pero alguna de esa gente se quedó con una idea diferente. Los hechos no importaban, ni les fueron comunicados por el mismo presidente, no, su actuación fue todo lo contrario, usar el espacio para una plaza pública de posverdades.

No sé si esas personas vitoreando al populista fue enviada por los grupos de troles que ya sabemos trabajan en el proselitismo chavista, pero es un hecho que había mucha gente en esa inauguración. Me recordó cuando el PUSC y el PLN ofrecían comida, diarios, bonos y otras “regalías” a niños, jóvenes y adultos para que llegaran a vitorear en los debates presidenciales o plazas públicas.

En la inauguración, el presidente Chaves se subió al bus -sin ninguna otra compañía- que salió, por primera vez, de la nueva terminal, como si él fuera su creador, en una exhibición de desvergüenza impresionante. No sé usted, pero yo no hubiera permitido que me exhibieran así o me dieran méritos (simbólicos o reales) sobre algo que no me corresponde, yo tendría demasiada vergüenza.

Sé que los troles y fanáticos chavistas recetan “cremita de rosas” o dirán que “estoy chimao”, que yo defiendo a “los corructos de siempre”, porque lamentablemente de ellos no es esperable algo mejor o propio (copian y pegan desde los grupos donde los manipulan); algo mejor como por ejemplo compartir mi pena ajena.

También sé que el presidente dirá algo así como “diay, no es mi culpa que la gente me quiera”, pero me queda clarísimo que nuestro país está perdiendo la cordura y la dignidad. El comportamiento de este señor lo valida socialmente y cada día sus troles y fanáticos lo reiteran con desparpajo. En lenguaje de las abuelas, “es un mal ejemplo el cholito”.

Nunca antes había visto semejante nivel de cinismo para apropiarse del trabajo y el mérito de otros. ¿Ud qué haría si alguien le roba el mérito de su trabajo serio y responsable? ¿Le ha pasado? ¿O es usted quien hurta el trabajo de otros y le produce burlas y fanfarrias que el presi haga esas cosas, porque se identifica y le agrada ese comportamiento? Respóndase usted mismo, con su propia conciencia.

¿Es esa la lucha contra la corrupción y por la decencia que nos propone el señor presidente, donde la ética del mérito al trabajo ajeno no existe porque es mejor apropiarse de él para alimentar el ego propio y el apoyo popular?

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