La Biblia como fuente de sabiduría no religiosa ◘ Voz Propia
Un libro histórico, poético y de grandes enseñanzas, así ve el articulista a la Biblia como fuente de sabiduría no religiosa.

OPINIÓN. 1- La Biblia, erróneamente interpretada por fundamentalistas religiosos como la palabra de Dios en todas y cada una de sus frases, puntos y comas (cosa que ni la ICAR hace), es también una inagotable fuente de sabiduría, de moral, de ética, de espiritualidad, de esperanza y, por supuesto, de información histórica sobre civilizaciones ya desaparecidas (Antiguo Egipto, Sumeria, Babilonia, los Acadios, el mismo Israel y otras culturas y pueblos antiguos). Es el libro más UNIVERSAL de toda la historia de la humanidad.
2- Es también, y en mucho, la historia de un pueblo semita que, según sus sumos, fue elegido por Dios como su pueblo; con lo cual solo aquellos nacidos en dicho pueblo – y que cumplían con la ley y los ritos establecidos para ello – tenían derecho a llamarse hijos de Dios.
Pero, por prédica de la figura central del cristianismo, el judío Jesús de Nazareth; y por interpretación y divulgación de su máximo teólogo fundacional (el judío San Pablo), se extendió a los gentiles, o sea, a toda la humanidad. Ergo, toda la humanidad es, en definitiva, el Pueblo Elegido de Dios.
He acá uno de los momentos religiosos decisivos de nuestra historia y una de las razones, sino la más importante, de lo perdurable del cristianismo y su expansión por todo el planeta; siendo hoy la religión – incluyendo todas sus distintas variables – con más adeptos en el mundo.
3- La Palabra de Dios ESTÁ en La Biblia. Ello NO implica que toda La Biblia es palabra de Dios. Hay libros en La Biblia que son literalmente históricos (la historia de Israel), otros son de sabiduría cotidiana (deutorocanónicos), otros son de dogma religioso, otros son ricos en simbolismos religiosos, poemas y… un largo etcétera.

4- En fin, y para no hacer de un cuento corto uno largo, La Biblia es extremadamente rica e inagotable en simbolismos y también, no podía faltar, es extremadamente humana. De inspiración divina, si prefieren, pero profunda y maravillosamente humana, y como tal, es una perenne fuente de controversia y también de inspiración y meditación.
Personalmente leo La Biblia con ojos racionales, pero ello NO implica una intención manifiesta de buscar un lunar en el albino. Y no me abstengo de también leerla con la inspiración de la Fe, especialmente el Nuevo Testamento.
¡Es uno de mis libros favoritos el cual no me canso de leer!
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