Huelgas y pandemia tienen a la educación tica en ‘la peor crisis en décadas’, según el PEN
Estado de la Nación indica que el sistema combinado no fue suficiente para evitar los grandes problemas educativos que se evidencian.
La reiterada suspensión de lecciones en los últimos 4 años, producto de huelgas sindicales en 2018 y 2019, así como la entrada a la pandemia por coronavirus SARS-Cov-2 en 2020 y 2021, socava varios aspectos de la educación costarricense, entre el cumplimiento de los contenidos que deben desarrollar los estudiantes.
El reciente informe del Estado de la Nación sobre la educación costarricense refleja que estamos de frente a una generación escolar y colegial con serias deficiencias educativas.
El recuento de los daños
En un informe anterior este mismo informe descubrió que la inversión en educación que se realiza en Costa Rica da resultados malos en relación con lo esperado. Esa situación daba a conocer un problema estructural en el modelo de la educación nacional que tenía muchas implicaciones negativas.
Luego vinieron las huelgas abusivas que condujeron a una gran pérdida de clases durante 2018 y 2019, principalmente, a raíz de la aprobación de la reforma fiscal, una medida que no afectaba directamente al sector educativo. El curso lectivo de 2018 no pudo concluir porque los docentes en huelga decidieron seguir un huelga hasta llegar a vacaciones, a pesar de que otros sectores ya no estaban en paro.
Luego vino una ley para regular las huelgas en el sector público que impidió muchos abusos, pero llegó la pandemia por la Covid-19 y las clases presenciales fueron suspendidos, mientras se aplicaban modelos de educación virtual a distancia que trajeron exclusión a los sectores sociales más vulnerables. La educación virtual fue parcial, poco clara, de aprendizaje para los actores (docentes, padres de familia y alumnos) y no cubría las necesidades establecidos en los currículos educativos.
El informe
El Estado de la Nación en su estudio concluyó que esas situaciones vinieron a evidenciar “problemas no resueltos, así como la profunda tensión existente entre los propósitos educativos y las rigideces del sistema”.
Para el Programa Estado de la Nación (PEN) la crisis actual de la educación es la peor que ha vivido el país en varias décadas.
Según el PEN se trata de un “apagón educativo”, uno que “compromete el desarrollo de competencias y habilidades vitales para el progreso del país y la democracia”.
El reporte revela por ejemplo que los estudiantes actuales reflejan serias deficiencias educativas incluso peores que las anteriores y que se podían atestiguar en las diferentes pruebas, como el informe Pisa.
La situación es particularmente cruda en la educación pública, porque la privada no ha interrumpido las lecciones ni por huelgas ni por pandemia. El efecto directo se da entonces en los sectores socio económicos más vulnerables, como la población de zonas alejadas sin acceso a la tecnología o de centros educativos donde los docentes frecuentan más ausentarse por diversas razones, como licencias sindicales, congresos, capacitaciones y las huelgas.
“Lo anterior ocurre además con un agravante: la falta de evaluación educativa mediante pruebas nacionales en los últimos años, lo que dificulta el seguimiento de la trayectoria académica de la población estudiantil y sus avances de acuerdo al perfil esperado en los programas de estudio”, sostiene el PEN. Recordemos que las pruebas de bachillerato fueron eliminadas y las nuevas pruebas Faro fueron suspendidas por la pandemia y la presión sindical.
Pero el PEN va más allá en su crítica a lo sucedido durante la pandemia: “La educación remota, combinada o híbrida como principal respuesta educativa del sistema, no garantizó que los estudiantes adquirieran aprendizajes de calidad”.
La peor situación se da en los ciclos de la primaria y secundaria, porque la educación universitaria -en criterio del PEN- tenía mejores recursos para enfrentar la pandemia.
La entidad propone que se realice un “Acuerdo Nacional para la Educación”, con el propósito de buscar soluciones que permitan a esta generación mejores oportunidades y pueda solventar sus deficiencias educativas.