Gran reto 2020: Costa Rica y Panamá estrechan sus lazos para Mundial de Fútbol Femenino Sub-20
Además de Panamá y Costa Rica, ya están clasificados Alemania, España, Francia, Países Bajos, Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda.
Falta muy poco: será en agosto de 2020 el Mundial Femenino Sub-2020 Costa Rica y Panamá, que será compartido por segunda vez en la historia de la FIFA. Estos países obtuvieron la sede tras derogarla a Nigeria, por incumplimientos, así que el reto es grande.
Y por qué no, tal vez este sea le preámbulo a varios mundiales de fútbol que puedan hacerse entre estos dos país o más. Muy lejos está, quizás, el sueño de algunos: un Mundial de Fútbol mayor en Centroamérica.
Costa Rica está preparada
“Costa Rica está preparada para atender los requerimientos de la FIFA a partir de un trabajo coordinado, en equipo, que llevaremos adelante como país desde el Poder Ejecutivo con el sector privado, la Asamblea Legislativa, la dirigencia del fútbol nacional y la ciudadanía”, expresó el ministro de Deportes de Costa Rica, Hernán Solano.
El presidente Carlos Alvarado indicó: “Somos países hermanos y en esta fiesta deportiva fortaleceremos y profundizaremos nuestras relaciones. Nos uniremos como región”.

La futbolista más internacional y reconocida de Costa Rica, Shirley Cruz, afirmó también que “la organización de este evento demuestra el crecimiento que ha tenido el fútbol femenino. Ahora nos toca vivir esta fiesta, que esperamos marque el inicio de una nueva era”, expresó.
Indudablemente, Costa Rica tiene mejor infraestructura futbolística, incluyendo el Estadio Nacional con capacidad para 35.000 personas aproximadamente. Además cuenta con el Estadio Ricardo Saprissa que tiene buenas condiciones para juegos eliminatorios.
Panamá feliz y orgullosa
En Panamá abunda la alegría y el orgullo con esta noticia, porque serán sede de un mundial de fútbol por primera vez. Ya Costa Rica había albergado el Mundial Femenino sub-17 entre el 15 de marzo y 4 de abril de 2014.
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, definió la cita como histórica para su país.
“Compartiremos escenario con nuestro hermano país Costa Rica para recibir a las mejores jugadoras del mundo. Definitivamente me llena de orgullo compartirles esta noticia”, agregó.
“Vamos a dejar muy en alto a Panamá con la organización de este torneo”, dijo el presidente de la Federación Panameña de Fútbol (Fepafut), Manuel Arias.
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Al parecer, en Panamá habría dos sedes: una en el Estadio Rommel Fernández de la capital panameña y otra en el Estadio Universitario de Penonomé, capital de la provincia de Coclé (centro).
FIFA agradecida
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) expresó gratitud ante el interés de Costa Rica y Panamá de salvar el mundial femenino sub-20 y respaldar con trabajo el incipiente fútbol femenino.
“Tras la Copa Mundial Femenina de la FIFA celebrada este año en Francia, que fue un gran éxito, es importante aprovechar este impulso para seguir progresando a todos los niveles. La Copa Mundial Femenina Sub-20 en Costa Rica y Panamá del año que viene es, para nosotros, una ocasión ideal para continuar promoviendo la popularidad de este deporte. Además, dado que será el primer torneo con dos sedes, podemos hacer que su repercusión sea aún mayor”, declaró Sarai Bareman, directora de fútbol femenino de la FIFA.
Aún se desconoce cuáles serán las sedes y, por supuesto, no se tiene el calendario definido. Faltan 6 selecciones por clasificar; están incluidas las dos anfitrionas (Costa Rica y Panamá), así como Alemania, España, Francia, Países Bajos, Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda.
En total, en este Mundial Femenino Sub-2020 Costa Rica y Panamá, competirán 16 países en 4 grupos. Posiblemente dos sedes serán en Panamá y dos en Costa Rica, aunque se prevee que las instancias semifinales y la gran final sean en el Estadio Nacional de San José, Costa Rica.
Esta será la segunda vez -y la primera a nivel juvenil- que la FIFA organiza un mundial en dos sedes, después de la Copa del 2002 en Corea y Japón.
Además de los dos países centroamericanos, India y Corea del Sur habían mostrado interés de organizarlo.