Aunque sus opositores no quieren reconocerlo, el gobierno de Carlos Alvarado deja las finanzas del estado costarricense en buen estado, más incluso de lo proyectado por la situación de pandemia.
Con un superávit primario de 0,85%, más allá de lo esperado por el Banco Central y el Ministerio de Hacienda, el primer trimestre de este 2022 despide a la actual administración con una situación financiera claramente estable.
De repente el déficit fiscal ya no es el sustantivo común cuando se habla de la situación financiera del estado costarricense. En efecto, las cuatro calificadoras más importantes pasaron la calificación de Costa Rica de negativa a estable y los compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron superados con creces.
Esos números se suman a un crecimiento económico cercano al 7,8% y un aumento de las exportaciones que también superaron lo proyectado por la misma administración.