Después de una reunión técnica con una misión oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI), Costa Rica solicitó ser integrada al Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (SRS) para el financiamiento de “la agenda de resiliencia al cambio climático y continuar con la transición hacia una economía con cero emisiones de carbono”.
Con este financiamiento, el Gobierno seguiría con las metas trazadas por los gobierno anteriores y, en particular, el de cero emisiones para 2030 llamado Plan Nacional de Descarbonización que impulsó la administración de Carlos Alvarado.
Además, la misión del FMI, al mando de Manuela Goretti, tuvo reuniones virtuales y presenciales del 20 de setiembre al 3 de octubre del 2022 en el marco de la tercera revisión del programa de reforma económica respaldado por el Servicio Ampliado con el Fondo (SAF).
Financiamiento en dos líneas
“El desembolso asociado a esta revisión del SAF rondaría los $264 millones mientras los recursos financieros del Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad alcanzarían un monto de aproximadamente $710 millones. Ambos deben ser aprobados por el Directorio Ejecutivo del FMI”, explicó Presidencia.
“El equipo del FMI y las autoridades de Costa Rica llegaron a un acuerdo a nivel del personal técnico sobre las políticas necesarias para completar la tercera revisión del programa de reformas económicas respaldado por el SAF, y sobre la solicitud para acceder a recursos financieros del SRS, esta última sujeta a la plena operacionalización del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad. El Directorio Ejecutivo del FMI analizará estas solicitudes en las próximas semanas”, indicó Goretti.
Casa Presidencial insistió en que Costa Rica ha cumplido con las metas fiscales que impuso el FMI y esa rigurosidad fiscal ahora permite optar por nuevos créditos. En efecto, desde 2021 el país superó las metas fiscales trazadas, tanto así que cuatro entidades de control fiscal internacional cambiaron la categoría del país a la de estabilidad fiscal, cuando estuvo anteriormente en categoría de riesgo fiscal.
La encargada también dejó ver en declaraciones recientes que la venta del Banco de Costa Rica nunca ha sido una condición exigida por el FMI para su agenda de créditos con este país.
También expresó que no está de acuerdo con excluir el pago de intereses de la deuda de la regla fiscal y realizó algunas observaciones sobre el proyecto de ley que impulsa el Gobierno para hacerla más flexible.
El Gobierno anterior dejó las finanzas del estado con números necesarios para ahora optar a nuevos financiamientos que permitan abordar temas de importancia ambiental y social.
La misión del FMI planteó la necesidad de que “se avance en el reforzamiento de la gobernanza, la autonomía y el marco operativo del Banco Central de Costa Rica, así como en el fortalecimiento del marco de resolución bancaria y en la mejora del esquema del fondo de garantía de depósitos”, según Presidencia.