A veces el tiempo pasa y las cosas cambian. A veces, no. Cuatro años después de perder la segunda ronda por una aplastante mayoría, el salmista Fabricio Alvarado sigue yendo a la misma iglesia, el Centro Mundial de Adoración, en Tibás, a recibir el discurso del autoproclamado profeta Ronny Chaves.
Lo que sí se puede decir es que Alvarado es un creyente a ciegas de Chaves y su influencia en el ámbito espiritual y moral sigue intacta, no por poco es su pastor y un hombre que le ha abierto las puertas de su ministerio para que cante sus salmos en iglesias de América Latina.