OPINIÓN. El CIEP revela que la fracción legislativa de esta nueva generación del Frente Amplio es la mejor calificada por los ticos en el Congreso. Razonablemente merecido. Y una alegría refrescante en tiempos de desencanto con una parte de la población que prefiere los peores valores del matonismo que genera el exceso de testosterona machista metido en la política.
Según el CIEP, un 29,6% de los entrevistados tiene una percepción positiva del Frente Amplio. Las que menos opiniones positivas tienen son las del Liberal Progresista y de Nueva República. Las peor calificadas, con mayor porcentaje de percepciones negativas, son las fracciones del PLN y del PUSC.
Un trabajo digno de una nueva generación política de la juventud, pero que además demuestra conocimiento, notable capacidad de estudio y un empeño por hacer lo justo sin precedentes. Podrían ser de derecha moderada y opinaría igual, porque no tengo poses ideológicas absurdas. El trabajo con base en razonamiento, criterio y valores de justicia no se hurta.
Lo mejor de este grupo generacional es que borra con trabajo digno y responsable una gran cantidad de prejuicios y temores sobre la izquierda dogmática y rancia. Es absurdo temer, hoy, a este nuevo Frente Amplio. Al contrario, revitaliza las fortalezas del centro hacia la izquierda que siempre hicieron grande a Costa Rica, y abre nuevas esperanzas.
Ojalá la derecha rancia permitiera a sus jóvenes que protagonicen un cambio generacional, pero tenemos muchos años escuchando ese discurso falso en el PLN y el PUSC ni siquiera tiene interés en expresarlo. El PLP de Feinzaig prometía un grupo de liberales de derecha con alguna noción de progresismo moderno, pero resultaron no ser jóvenes ni ser progresistas y sí muy liberales pro empresariales, pro intereses creados y contra los beneficios y los derechos humanos y fundamentales de las personas (hay muchos ejemplos ya que sustentan esta afirmación). Derecha dogmática y rancia también.
El Frente Amplio aún debe desarrollar una propuesta país acorde a las exigencias y necesidades de toda Costa Rica, en lugar de solamente defender intereses de grupos de presión o grupos poblacionales particulares, al mismo nivel que lo hace la derecha con grupos de interés (cámaras). Es decir, realmente convertirse un amplio frente.
El Frente Amplio debe hacer una propuesta país, general, grande, omnicomprensiva y balanceada de las múltiples realidades del país. Una propuesta que incluya un proyecto económico serio y viable propio del socialismo democrático (o de la social democracia o del progresismo económico si se prefiere), que no recargue en el estado todo el peso y comprenda que la dinámica capitalista también exige promoción del desarrollo económico, tanto como el beneficio social, en el marco de un mundo altamente tecnológico y veloz. Los prejuicios y dogmas del pasado ya no funcionan.
Uno de los grandes errores del PAC fue no entender esa situación; concentrarse (incluso hoy) en los mismos temas de derechos humanos que interesan a unos grupos, pero sin una propuesta país. Por eso al gobernar tuvo que entregar el sector económico, porque no tenía una propuesta fuerte y no quiso impulsar sus cuadros en muchos temas importantes para el país, como el agro, la educación o la cultura.
El día que el Frente Amplio aprenda esas lecciones y construya esa propuesta país serán PRESIDENCIABLES.
Que se entienda, esta NO es una declaración de aprecio o partidismo por el Frente Amplio, es un reconocimiento para quienes hacen su trabajo bien hecho y merecen ese reconocimiento.
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