Entre la reflexión y el relato: “Ideología de los vertebrados” de Mauricio Ventanas
Geovanny “Debrús” J. En total son 16 relatos que componen la obra “Ideología de los vertebrados“, una colección de cuentos de Mauricio Ventanas, en la que explora cuentos cortos de modo más reflexivo y sarcástico, pero también otros más largos y que narran acontecimientos llamativos de la condición humana.
Con el autor tuvimos una entrevista para conocer más sobre esta obra y lo que puede suscitar en los lectores, desde la acidez de algunas posturas hasta la reflexión existencial sobre la humanidad.
El libro de 168 páginas lo puede conseguir a un precio mínimo de ¢3.500 en este enlace, con envío a domicilio o retiro en cualquiera de las 12 librerías con que cuenta la Editorial UNED.
La obra es el tomo 176 de la colección Vieja y Nueva Narrativa Costarricense que ofrece esta casa editorial, la más grande de Centroamérica.
LA ENTREVISTA:
GB: En este cuentario “Ideología de los vertebrados” noto un tono ácido y crítico con el pensamiento humano y los sentimientos más sórdidos que le acompañan en su historia, desde el supuesto inicio con Adán y Eva. ¿Qué hay de cierto en eso?
MV: Tu apreciación es correcta. Desde el mismo título se busca generar cierta incomodidad de pensamiento, al asociar la ideología (algo por definición exclusivamente humano) con los vertebrados. Esto (de ser aceptado por el lector) obligaría a abrirse a la posibilidad de que otros animales puedan desarrollar una ideología o a reconocer que la ideología es propia de los animales por el hecho de que el humano mismo es un animal. En términos muy simples, lo que se busca es desmitificar algunas ideas a las que a veces tal vez nos hemos acostumbrado demasiado.
El tono ácido resulta de combinar esta posible crítica de la ideología con el sentido del humor que ya era característico de libros anteriores. En el caso particular de Adán y Eva lo que se busca es atacar, o por lo menos incomodar un poco, el dogma de la creación. De manera similar se abordan otras ideas en los demás cuentos.
GB: También percibo cuentos breves con un marcado corte existencial. ¿Hay en ellos una exploración de la existencia o más bien son situaciones circunstanciales?
MV: ¡El existencialismo se me sale por todo lado! No lo puedo evitar. Está presente con plena intención desde el primer libro “Las Muertes Normales”. Aunque no era tan intencional en el segundo libro “Del Delirio, las Botellas y las Flores”, también se deja ver con bastante claridad en algunos cuentos. En Ideología de los Vertebrados regreso al existencialismo prácticamente como mi estado natural al escribir. Esto como percibís correctamente, se revela con más fuerza en los cuentos cortos.
Tal vez en mis inicios como escritor esto haya sido más circunstancial, pero con el tiempo la exploración de la existencia creo que se me ha venido encarnando por completo.
GB: En este libro, ¿se trata solamente de contar historias mínimas -con limitados sucesos- o de explorar al ser humano desde una perspectiva más psicológica? ¿Qué hay de eso en la literatura contemporánea?

MV: Creo que se dan ambas cosas. En un cuento relativamente largo, como “Basuremia” la exploración psicológica transcurre a través de una cantidad relativamente grande de sucesos (por lo menos en comparación con otros cuentos míos). En los cuentos cortos por supuesto no hay espacio para mucha peripecia, así que la exploración psicológica (si se da) tiene algo más de contraste.
En todo caso, me parece que no en todos los cuentos se da una perspectiva sicológica. Un caso interesante es “Crustáceos”, donde el personaje principal, en medio de su supuesta locura, parece ser psicológicamente neutro o al menos de sentimientos muy indefinidos. Esto en cierta forma lo intenté para resaltar la naturaleza quizás psicológicamente inmanejable de los acontecimientos.
Si esto está presente o no en la literatura contemporánea, es una valoración que me queda un poco grande. Siguiendo una lógica un poco simplista, tendría que decir que sí, puesto que mis cuentos buscan ser parte de esa contemporaneidad.
GB: Qué puede encontrar, entonces, el lector, en esta colección de relatos y que le pueda entretener o llamar la atención.
MV: Algo que intenté es ofrecer un nivel intelectual saludablemente alto (claramente más alto y exigente que en “Del Delirio, Las Botellas y las Flores”, pero sin caer demasiado en el erudismo, tratando más bien de presentarlo a través de personajes algo inocentes y poco enterados del mensaje o el humor que ellos mismos transmiten. Esto quizás deja al lector libre de disfrutar la obra nada más por su ludismo, digamos de una manera relativamente superficial, o de adentrarse en los niveles de complejidad existencial o psicológica que pueden surgir.
El juego de relaciones entre animales y humanos está muy presente, como parte del entretenimiento, pero también como posible herramienta de contextualización de la crítica ideológica. Por otro lado, a la par de la unidad que genera esa conjunción, ocurre una variedad llamativa en el entorno, la extensión y el ritmo de los diferentes cuentos.
Finalmente hay ciertos valores teóricos que no tiene mucho sentido prometer, pero están ahí (si de veras están) precisamente para hacer que los cuentos resulten más entretenidos. Creo que hay un lenguaje bastante pulido, o depurado, con un balance razonable entre la limpidez estilística y el solipsismo en que podrían devenir ciertos ataques de originalidad. Hay cierta intención de atraer y distraer, matizando con un poco de juego entre la confusión y la aclaración de ideas, el brillo y la opacidad del lenguaje.
¿Estamos hablando entonces de una creación literaria más ocupada en la reflexión que contar una historia cualquiera?
Yo diría que los cuentos se mueven en ambos ejes. Como ves hay cuentos notablemente más largos que otros. Los más largos están claramente más ocupados en contar una historia. Las reflexiones aparecen en segundo plano. En los cuentos más cortos hay menos historia y la reflexión pasa a primer plano.
Le compartimos además el video del programa Punto y Coma sobre este libro y su autor:
MAURICIO VENTANAS (Ciudad Quesada, 1967). Ha publicado los cuentarios Las muertes normales (1997) y Del delirio, las botellas y las flores (2000). Varios de sus cuentos han sido traducidos al inglés, francés e italiano, y publicados en diversas antologías como Latido generacional 1990-2000 (Círculo de Escritores Costarricenses), Zur Dos: Última poesía latinoamericana (Madrid, España), e Historias de nunca acabar: Antología del nuevo cuento costarricense (Editorial Costa Rica). Medios internacionales como el World Public Library Constortia, educActiva, El Café del Foro, Logos Library, Proyecto Sherezade y Letralia también han incluido textos suyos. En el 2000 obtuvo el segundo lugar en el II Concurso Literario del Tango (Argentina) con “A través del ruido”, así como el primer lugar en el concurso de cuentos de Navidad del Proyecto Sherezade con “Nochebuena Nochevieja”, posteriormente publicado en la revista Entorno universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. También obtuvo el primer premio del concurso Terra Ignota (México) con “Náufragos”. Su cuento “Las muertes normales” fue grabado para el proyecto leerescuchando.com y seleccionado por la Universidad de Rennes, en Francia, para la enseñanza del español.