Elecciones 2022: ‘Proyecciones de Pitoniso’ ◘ Parte I
¿Quiénes irán a segunda ronda? ¿Por qué los emergentes podrían imponerse? Esas y otras preguntas en este análisis electoral.
ANÁLISIS ELECTORAL. En las ciencias políticas intervienen variables científicas, propias del conocimiento, pero también otras intuitivas que se alimentan en la gran mayoría de casos de ese mismo conocimiento.
La “intuición” del politiquero será siempre decir que su partido político o candidato ganará, la del científico político será la de estudiar y analizar los datos para inferir los escenarios posibles de cara a un proceso electoral. Por eso si usted es politiquero posiblemente esté perdido en este artículo.
A muchos politólogos no les gusta el Pitoniso que pretende predecir los resultados como si tuviera un orbe, una bola mágica. Es comprensible, la ciencia no se vale de orbes, sino de datos y conocimiento, del método científico en cualquiera de sus modalidades para las ciencias sociales. Lo cierto es que esos datos y ese conocimiento, además de la experiencia, también permiten hacer proyecciones intuitivas, acercamientos a una eventual realidad, que si bien no son científicas son un ejercicio muy interesante.
Con base en ese criterio hoy planteo mis proyecciones, las más difíciles de este siglo. Puede parecer presuntuoso, pero fue relativamente fácil intuir que Pacheco (el bonachón famoso), Arias (el premio Nobel de la Paz) y Chinchilla (la primera mujer presidenta) iban a ganar sus respectivas elecciones, los aspectos a su favor eran notorios y decisivos. También pude percibir el fenómeno de cambio con Solís y Alvarado, cómo esos candidatos estaban haciendo las cosas necesarias para crecer en el contexto de un multipartidismo que nos presenta diversas posibilidades en cada elección, además de una naturaleza muy distinta del electorado joven. Ellos fueron los emergentes de su tiempo (ya volveré sobre este punto).
Percepción, quizás esa sea el concepto adecuado en esta oportunidad. Lo primero que percibo es un cambio en la dinámica electoral, uno que podría engañarnos. Me explico:
Los extremos del centro
Lo primero es reconocer y tener claro que hay 5 postulantes que ya tomaron la delantera y se proyectaron en la recta final de la contienda. Aparte de esos 5 le daría el beneficio de la duda a Rolando Araya, Welmer Ramos y Eli Feinzaig de que pudieran crecer en las semanas que vienen. A mi modo de verlo de 25 candidatos, el asunto quedó en 8 posibles y, particularmente, en 5 finalistas.
En las elecciones anteriores la tendencia era hacia el centro, esa es la naturaleza del elector costarricense, inclinarse finalmente por el más ecuánime, serio y balanceado. Sin embargo, para esta elección esa banda de izquierda-derecha se está extendiendo un poco: candidatos como Rodrigo Chaves y José María Villalta, que hace 4 u 8 años serían vistos como extremos, hoy son percibidos como de izquierda o derecha, pero no extrema. La gente extiende la banda hacia la derecha o hacia la izquierda según sienta que es lo mejor.
Aunque sin duda habrá baterías de troles y partidarios de hueso colorado atacando a estos candidatos en las redes sociales, lo cierto es que el voto costarricense ya no se decide ahí, sino en el silencio de un 40-50% de ticos que no hablan mucho de política, pero deciden. El mito del comunista o del oligarca es asunto hoy de grupos normalmente mayores de 50 años.
Un Villalta más moderado y tendiente al centro, aunque siempre estatista, así como un Chaves de derecha inclinado al centro en aspectos sociales, son posiblemente hoy los candidatos más potables y que mayor atención están llamando entre los votantes. Entre más balanceados se presenten, mejores resultados obtendrán durante enero y, particularmente, en los debates.
Pero don Welmer Ramos también es de centro e incluso podríamos decir que José María Figueres es de centro-derecha, me dirán. Por supuesto, Ramos es hijo del PAC y el partido ha demostrado tener tendencias de centro-izquierda como de centro-derecha. Pero no es solamente por la ideología que la gente decidirá, sino por otros elementos más concretos. Veamos.
Los techos
Dos candidatos tienen un techo muy bajo: José María Figueres y Fabricio Alvarado. El rechazo al primero se liga a la corrupción y su extenso historial, tiene un “rabo que le majen”. El segundo lleva un techo diferente, el religioso: así como muchas personas votarán por él por sus creencias en el plano del fanatismo religioso, lo cierto es que también muchas no lo harán por la misma razón.
El otro candidato con techo es Welmer Ramos, quien lucha contra el desfinanciamiento y el desgaste que tiene el PAC después de dos administraciones. Sin embargo, creo que Ramos tendrá un buen desempeño en los debates y mucho voto silencioso del PAC podría resurgir en algún momento, si no se inclina por otras tendencias afines, como Villalta, el mismo Chaves o Eli Feinzaig. Lo que pasa es que parecido al PAC no hay otro partido, muchos votantes no tendrán alternativa.
Villalta, ciertamente, tiene un techo ideológico (socialismo) similar al de Alvarado, pero con grandes diferencias de bulto: su labor legislativa, su pensamiento es meramente político (no religioso) y es joven, un joven que está cautivando a otros jóvenes. Y no se nos olvide que las encuestas dejan claro que son los jóvenes y las mujeres quienes más indecisos están en todo el país.
Conservadurismo vs emergentes
Los votantes conservadores en Costa Rica son relativamente pocos, pero logran permear y transmitir temores a otros con sus molestias. Este grupo de votantes tiene muchos pretendientes (Fabricio Alvarado, Lineth Saborío, Greivin Moya y un puñado de pequeños que ya no despegaron).
Aquí está la segunda parte ya disponible
1 thought on “Elecciones 2022: ‘Proyecciones de Pitoniso’ ◘ Parte I”