El ‘exitoso’ cálculo de Saprissa (y no es broma) ◘ Voz propia
Se hicieron todas las cosas necesarias para apenas participar, sin ninguna vocación de triunfo deportivo.
El fútbol no es solamente pasión, tiene por supuesto razonamiento. Hoy el jugador Maikol Barrantes declaraba que siente vergüenza y no sabe explicar lo que sucede en el Saprissa, pero rehusó aceptar que hay crisis deportiva y crisis estructural, cuando todo el mundo puede verla.
Voy a tratar de hacerlo con precisión: Saprissa es un equipo de veteranos que solamente rinde para 20 minutos de lucha. Muchas gracias, fueron campeones, pero hoy ya no dan: Christian Bolaños, David Guzmán, Ricardo Blanco, Daniel Colindres, Mariano Torres y el mismo Barrantes deben decir adiós y les aplaudiremos, porque han sido glorias de este equipo en sus respectivos momentos. El ritmo de juego de LDA frente a Saprissa es notablemente superior, avasallante, y el marcador del clásico de hoy no miente: 5 a 0 en la cueva, qué gran pena.
Trataron de meter jóvenes a tontas y a ciegas, los tiraron a torear sin haber jugado siquiera un novillo. Nada o muy poco han aportado, a pesar de sus esfuerzos, la camiseta les ha quedado grande a la mayoría de ellos.
Roy Myers no es un técnico con las cualidades suficientes para transformar la mentalidad y estructura de un equipo como este, las evidencias abundan. Hoy mientras Carevic azuzaba a sus jugadores para corregir errores y seguir haciendo goles, Myers ni gesticulaba, la capacidad y la actitud son fundamentales. Seamos claros: la culpa nunca fue del Paté Centeno, él por lo menos ganaba y tenía una idea de juego real que había trabajado durante años. Pero más claros aún: ningún técnico hará de tripas, chorizo; la S no tiene material suficiente y está clarísimo.
La dirigencia decidió claramente anteponer lo comercial y económico antes que lo deportivo. Mientras LDA se reforzó con los mejores (Marcel Hernández, Jonathan Venegas, mantener al hondureño López), y ya venía construyendo una estructura deportiva consistente, la S confió en jugadores desgastados, no invirtió y los resultados están ahí.
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Todo esto no lo digo ahora, que es bastante evidente, lo vengo diciendo desde el inicio del torneo. Hoy, lo mejor que puede pasarle a este Saprissa es no clasificar (porque no lo merece) y ponerse a reestructurar ese equipo con la inversión y la inteligencia que esa camiseta requiere. Sería una tristeza ver a ese equipo ir a hacer el ridículo de nuevo en una segunda ronda.
Parece también obvio que la dirigencia de “Horizonte morado” hizo un cálculo que les funcionó: no gastar dinero y participar en pandemia (sin público) pero sin aspiraciones de ganar: entre menos partidos y menos desgaste mejor. Mandemos a los veteranos a dar sus últimas patadas. Y así ha sido.