Dos prolegómenos para una canción ◘ Poema de la semana
Empezamos esta nueva sección que llamamos “Poema de la semana” y busca los más intensos y destacados poemas que nos emocionan.
Con este poema de la inolvidable Eunice Odio, empezamos esta sección que llamaremos “Poema de la semana”.
Cada semana vamos a compartir un poema destacado, una obra que, por el paso del tiempo y por su calidad, queda en la impronta de los lectores y de los críticos literarios, así como de nuestra apreciación literaria.
La idea es que nuestros lectores puedan degustar, con calma y lectura silenciosa, un magnífico poema que seleccionamos con mucho cuidado y dedicada reflexión. No intentaremos explicarlos, pero puede ser que hagamos anotaciones al pie que mejoren su comprensión y, por supuesto, sus comentarios serán muy valiosos para que haya retroalimentación para los lectores.
Dos prolegómenos para una canción*
1
En mi oído se reclina el agua.
No se desploma, no,
que tiene mi corazón
anchas ventanas,
y en mi oído
reclinada
el agua,
corre
por dentro
y canta
2
Se oye agua reclinándose
en el musgo.
Es la semilla alegre
del agua
que descansa,
o el día hilando
el pequeño desnudo
de los pájaros.
Se oye cristal agreste
desatando en el alba
su corriente,
es el rocío que hiere
con su pata celeste…
…escucha
se ha quedado sola como mi desnudez
la rama.
Es que regresa al aire la azucena,
es que cae el aroma,
¡calla!
que en mi oído reclinada
el agua
canta.
*Este poema pertenece al libro “Zona en territorio del alba“

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