Decálogo de la realidad legislativa: sobre Acuerdo de Escazú y elección a la Defensoría

la realidad legislativa de Costa Rica.
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OPINIÓN. Hoy los diputados fabricistas despotricaron amargamente contra la candidata de consenso del PLP, PLN y FA para la Defensoría de los Habitantes, porque según ellos, en su eterna majadería, dogmatismo retrógrado y limitado entendimiento, Kathya Rodríguez es PAC y es pro aborto. Esta situación nos permite observar varios movimientos de la realidad legislativa, que trato de resumir en este decálogo al estilo Infobreves:

Primero, el trauma es monumental de Fabricio Alvarado y discípulos con el partido político que gobernó del 2014 al 2022, no hay discusión o tema que hablen en la Asamblea Legislativa donde no mencionen al PAC con ese alucinante odio tan poco cristiano que emanan. Y cuando digo trauma, sin ser psicólogo, percibo que es clínico, porque ningún otro partido se preocupa tanto y usa al PAC como estribillo en cada mensaje.

Segundo, para ellos Rodríguez es pro aborto por haber firmado una carta (que la ex defensora Catalina Crespo no quiso firmar) para proceder con un trámite en el camino del aborto terapéutico, y así literalmente lo lee en el plenario Alvarado. Pero según su entendimiento conspiracionista y bastante paranoico en este tema, eso no es más que un solapado “aborto impune” (por supuesto no explica por qué) y por eso pone a la candidata en su mira de odio y su medieval dedo acusador.

Tercero, más allá del trauma y de la reducida visión de estas personas en su dogma retrógrado, en la real politik lo que este grupo busca es volver a la misma cantaleta politiquera y polarizadora que les dio réditos electorales en el pasado, ahora contra el Frente Amplio (porque nadie más les da pelota). Vienen las municipales y en las anteriores tuvieron un rotundo fracaso, incluso en las zonas rurales donde el discurso neopentecostal tiene más pegue.

Cuarto, Nueva República sabe que es hora de “levantar la voz” y buscar, además, un tema que los diferencie del Gobierno, y ese tema es uno en particular. Al Gobierno de Chaves poco le interesa esos temas y, aunque habla de “Dios le bendiga” para arriba y “Dios le provea” para abajo, claramente no tiene ningún propósito evangélico o religioso como el asunto del aborto, del tema de género o similares. Solamente usa la religiosidad como parte de su arsenal populista.

Incluso tienen una “Ruta de género” algo progresista que presentaron hace unos meses, donde el mismo presidente Chaves dijo que ya es tiempo de superar esos prejuicios machistas sobre las mujeres (como el acoso sexual) y las poblaciones LGTBI+, un discurso que por cierto provocó que sus más fanáticos despotricaran con odio y luego callaran convenientemente. Sin embargo, el presidente dijo: “Haremos lo posible para castigar a quienes todavía no hayan evolucionado”.

Quinto, lo mejor que puede hacer el Frente Amplio es no seguirle la corriente a los de Nueva República y dejarlos solos que se ahoguen en su propio odio y pocas entendederas sobre los derechos humanos. Tienen que calmarse y recuperar la cordura y el buen trabajo, serio y responsable, que vienen haciendo. Antier perdieron los estribos (y lo entiendo) a raíz de que la mayoría del plenario decidió enterrar el Acuerdo de Escazú, pero eso es algo que el país deberá cobrarle a ese grupos de diputados en un futuro, por tan vergonzosa decisión, no ellos asumirlo tan personalmente. Hoy también hubo tiros poco astutos con el tema de la Defensoría.

Cálculos de la realidad legislativa

Sexto: En temas de derechos de la mujer, LGTBI+, discapacitados y afines, el PLN y PUSC podrían ser aliados del Frente Amplio si se manejan la negociación y el debate con inteligencia. En ambiente el asunto es muy difícil y, como vieron, son muy pocos aliados en este tema, lo mejor será no impulsar proyectos en esa línea por ahora. Con 3 oficialistas y algunos del PLN nunca tendrán mayoría, en un grupo donde predominan los intereses pro empresariales (Uccaep manda), como siempre ha sucedido con el PUSC, el evangelismo conservador de NR, una parte del PLN neoliberal y sin duda alguna el PLP de Feinzaig.

Sétimo, si este grupo de diputados no logra -junto a este Gobierno neoliberal- impulsar la reactivación económica estaremos de frente a un gran fracaso político. El gran problema será que esa “reactivación” tenga como consecuencia un gran daño en la conservación del ambiente, como así parece que sucederá mientras los intereses económicos priven antes que los ambientales y sociales. Pero ya será otro el tiempo de volver a la responsabilidad con el futuro de la humanidad. Coincido con quienes dicen: “¿para qué defender la vida de los nacidos si no quieren conservar el futuro y el lugar donde ellos vivirán?” Ahí es donde lo que dice Nueva República evidencia ser una pose dogmática cerrada e irreflexiva, un retroceso.

Octavo, como está conformada la Asamblea Legislativa y la distribución por cantidad de votos entre dos grupos, la construcción de consensos y negociaciones será fundamental en el panorama legislativo y político de Costa Rica para lo que viene. Cuando el PLN y FA se unen pueden lograr hasta 25 votos en temas afines, mientras que el grupo contrario del PSD, PUSC, NR y PLP pueden llegar hasta 32 votos, es decir, podrían lograr mayoría simple.

Noveno, por eso el PLP ha servido como de partido “en medio”, que inclina la balanza de un lado o del otro, como ha sucedido con el tema de la elección del nuevo jerarca de la Defensoría de los Habitantes. El PUSC es otro que podría inclinar la balanza en algunas situaciones en que haya una oposición fuerte contra alguna propuesta gubernamental (que apoyan la fracción oficialista y casi siempre el fabricismo). En este caso, si el PUSC inclina la balanza, el PLP deja de ser determinante, porque la oposición puede sumar hasta 34 votos, frente a un máximo posible de 23 votos contrarios.

Décimo, en el caso de una mayoría calificada (38 votos) entonces existen varias posibilidades, desde la unanimidad, por supuesto, hasta la conjunción de varias combinaciones. Por ejemplo, una oposición que incluya al PLN, FA, PUSC y PLP podría lograr hasta 41 votos (oficialismo y fabricismo juntos no pueden evitarlo -16 votos-, como tampoco el oficialismo con el PLP o el FA).

La tracción del PUSC es mayor, por sus 9 votos, pero solos no tienen ningún poder, como tampoco los demás partidos, con excepción del PLN, que con 19 votos puede evitar una mayoría calificada si todos los demás no consiguieran una votación total de 38 sufragios (es decir, absolutamente todos y cada uno de los demás diputados de las demás bancadas). Es decir, la negociación es el único camino para destrabar este Congreso.

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