Crónica de un grito simbólico del presidente en Guanacaste
Finalmente, el presidente dejó sentado un precedente y marcó un hito comunicativo en su administración, posiblemente un antes y un después.
Parecía una tarde común de 25 de julio en Nicoya, con un discurso presidencial en el que se podían exaltar los logros, así como los retos para la provincia.
Lo usual, pero un grupo de sindicalistas de la educación gritaban estribillos y ofensas hacia el presidente Carlos Alvarado, mientras él trataba de acomodar los micrófonos que estaban flojos.
Empezó ecuánime y calmado, pero de un pronto a otro -posiblemente sin concluir su discurso planeado- empezó a levantar la voz haciendo una lista de los logros por los que se siente orgulloso, y entonces marcó un antes y un después; dio espacio para la protesta, pero no pudo tolerar más.
En voz de orador político, gesticulando con sus brazos, gritó: “Me siento orgulloso de un pueblo que silencioso permanece ahí, pero no tiene miedo de avanzar cuando hay que avanzar y a las que nos detienen no los vamos a dejar que nos detengan”. Luego concluyó con un “Qué viva la Anexión, que Guanacaste y que viva, que viva, que viva Costa Rica”.
Entonces la ovación se impuso en el parque, el presidente saludó por sectores al público y luego besó a su esposa y se abrazó con los presentes, mientras la Banda Municipal de Nicoya sonaba.
Más tarde un obispo llamaba la atención a los sindicalistas por su proceder al tratar de empañar la festividad y por su falta de respeto.
Durante el resto del día los comentarios abundaron en redes sociales, pero quizás por segunda vez, el presidente levantaba la voz ante el abuso. Esta vez ante la imposición maleducada e irrespetuosa de un grupo de docentes.
El presidente logró apoyo entusiasta después de su acto. Pero también hubo quienes, por supuesto, lo criticaron por levantar la voz, aludiendo que no tiene por qué hacerlo porque demuestra falta de control o inseguridad ante lo que habla.
Las reacciones surgieron: “¿Cuándo fue que le cedimos la Educación a esta chusma?”, se preguntaban algunos. “No entienden que en oratoria política así es como se hacen los discursos”, expresaron otros.
“La expresión enfática del Presidente Carlos Alvarado hoy en Nicoya es, en el fondo, el grito catártico de la mayoría de los costarricenses que, desde setiembre del año pasado y hasta estos mismos días, nos hemos sentido -al decir de Dostoyevski- ofendidos y humillados por la prepotencia sindical”, expresó Pablo Ureña.
Ureña no es el único que ha pedido más energía del presidente ante los bloqueos y el comportamiento abusivo de pequeños grupos en los últimos meses, usualmente instigados por sindicatos y partidos opositores.
Otros defendían que Guanacaste es mucho más que ese pequeño grupo que montaron el bochornoso espectáculo y que así se pudo ver, cuando al final la mayoría se impuso y lograron acallar las voces de quienes querían imponerse gritando más alto, y así no dejar hablar al presidente.
El presidente ha venido subiendo el tono en sus discursos a raíz de la protestas, algunas que se mantienen en agonía, sin el apoyo suficiente de los gremios y de la población en general.
Finalmente, el presidente hoy dejó sentado un precedente, levantó la voz y demostró carácter, y marcó un hito comunicativo en su administración, posiblemente un antes y un después. ¿Estará cambiando su actitud Alvarado ante los grupos que protestan? ¿Qué nivel de tolerancia mantendrá en adelante?
Escúchelo usted mismo en Facebook por Sinart.
Imagen con fines ilustrativos, corresponde a inauguración de templo de San Blas de Nicoya de la noche del día anterior. Aportada por Prensa del MCJ:
No aplaudo ni lo q hicieron los de la APSE (no el sindicalismo, x favor es una asociación de profesores) ni los gritos q gesticuló el presidente…estamos tan atontados, no sé ni porque o de qué, porque principalmente Guanacaste, junto con Limón, y Puntarenas han sido abandonados a sus expensas, sin mucho o poquísimo apoyo a sus ciudadanos…ese grito del primer administrador de la patria, es el grito de impotencia ante la impunidad y el abuso desproporcionado de la corrupta jerarquía gubernamental… Una Asamblea inoperante, q solo cuando se trata de aumentar, impuestos, y cargas al pueblo medio se ponen de acuerdo, y cuando se trata de aumentar sus salarios parlamentarios y pensiones, ahí si hay unidad total.
No se ve vislumbrar un plan efectivo, xq no existe ni existiría uno, que mientras la oligarquía gubernamental, no se soque la faja y se les quite todo privilegio salarial y de pensiones, porque son 2 BILLONES (no millones) de colones x año q se van solo en pensiones…de gente, q no es q no la ocupen (Kien no ocupa dinero) si no q nos les afectará sus vidas al punto de quedar en la calle, aguantando hambre o frío; como a cualquier otro ciudadano q vive de un salario de 300 mil, o una pensión 500 mil a los q más, y los del régimen no contributivo 70 mil. Si el Sr Alvarado dice q tubo que tomar decisiones q no les gusta al pueblo, está totalmente equivocado, el problema es q no empezó a como debía; de arriba para abajo. Que hubiera pasado si el presidente de la República renuncia a su salario y pensión
y de ahí siguiera por congelar; o mejor aún eliminar las pensiones millonarias de exjerarcas y familiares, y de políticos…y de bajar en un 75% los salarios a ministros, ejecutivo s y otros q ganarán más de 6 millones, y un 50% a los q ganarán más de 4 millones y un 25% a los q ganaran más de 2 millones…de ahí para abajo se hubiera dejado quieto. Q hubiera pasado si obliga a pagar a los evasores hasta el último céntimo de impuestos q se dejaron. A los del cementazos, yamberazos, etc…a regresar o cobrarles esos desfalcos…
Sabe q hubiera pasado, el mismo pueblo le hubiera dicho si; no a un 13%, si no a un 15%, y no solo a algunas cosas si no a todo…hasta los adultos mayores q viven con 70 mil de pensión, le hubieran permitido cobrarle un 3%…
Y ese es el grito de todo el pueblo; de porque a mí; q ni puedo si, y al otro q si puede; y bastante, más bien se les aumentan sus entradas y se les perdonan lo q roban.
El grito del presidente, inconscientemente refleja lo mal q lo está haciendo. Es el lamento de un pueblo q se ve desangrado, el llanto de un niño al q su padre no puede comprarle un helado, porque si no, no le alcanza para el arroz; es el gemir de una madre que sufre porque ya no le alcanza ni para un par de chancletas, porque primero está la leche de su pequeño. El presidente grito porque no había almorzado, pero el pueblo grita porque q aún tampoco ha almorzado, menos cenado y su desayuno apenas fué una tortilla con aguadulce.
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Me parece que eso es lo que hacia falta no estan respetando a nuestra Maxima Autoridad aplaudo y para Mi el no Grito el hablo con seguridad y demostro que no se puede irrespetar a Nadie Aplaudo a Nuestro presidente se ve que sabe muy bien donde esta y me siento muy pero muy orgulloza de el.
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Es un irrespetuoso,no domina ni el carácter, cómo podría guiar a un país que clama justicia social?
Quedó claro que no es un buen guía para el país. Un presidente mantiene la paz mediante la conciliación antes de recurrir a la coerción.
Tiene que ser persona respetada .
De lo contrario, la gente se aparta de él o va dejando de prestarle a atención.
Además la mayoría de veces un buen presidente evalúa el sentimiento generalizando sobre un asunto y basa en ello sus decisiones, de manera que es más portavoz que formador de opinión pública.
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Me siento orgullosa de la firmeza con que el señor presidente hizo gala de su gran capacidad para superar la gritería de la chusma. Gracias don Carlos Alvarado por demostrar, una vez más, que ante una turba de poca monta, usted y una gran mayoría de costarricenses queremos avanzar. Vamos por el camino correcto.
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