¿Cualquiera puede financiar mediante bonos a un partido político? ¿Es esto legal o legítimo, es acaso ético o decente? Aquí le explicamos.
Financistas de Chaves
El candidato presidencial Rodrigo Chaves, ante una pregunta de una periodista de Telenoticias sobre su principal financista de campaña, dijo que apenas lo había saludado una vez. Resulta que cuando el medio liberacionista El Observador llamó al señor Erick Quesada Gutiérrez para consultarle al respecto, su respuesta fue una colección de improperios e insultos que avergüenzan a cualquiera.
Poco después trascendió que el señor Quesada Gutiérrez apareció moroso por ¢8,4 millones con la CCSS y por ¢1,5 millones con Hacienda, pero además se encuentra en cobro administrativo con la CCSS. Tiene, según dio a conocer Repretel, denuncias de cobros por deudas con el Banco Popular y Credomatic, por ¢2,7 y ¢5 millones, respectivamente.
El financista compró 169 bonos de un millón de colones, con un 40% de descuento, por lo que en lugar de aportar ¢169 millones en realidad aportó en efectivo ¢101.4 millones, entonces tendría una ganancia del monto bruto por ¢67,6 millones aproximadamente. Eso sin contar los intereses que paga el Banco Central por el tiempo que dure en pagar esos bonos de la deuda política.
Según se informó en los últimos días, los otros financistas de Chaves son José Pablo Chaves con 107, Bernal Jiménez con 43, Massimo Esquivel con 33, Pablo Rodríguez con 24 y Jianyi Zhen Li con 25 bonos adquiridos.
Bonos y riesgo
Los bonos pueden ir, usualmente, con descuentos del 15 al 30%, pero el partido de Chaves decidió dar un descuento aún más jugoso para atraer más inversionistas a su campaña. Estos bonos también representan un riesgo, porque si el partido de Chaves no hubiera logrado los votos necesarios para tener acceso a una buena tajada de la deuda política, no hubieran sido pagados y el financista pierde todo el dinero aportado, es decir, los ¢101,4 millones.
Los bonos son un recurso que tienen los partidos para financiarse, tanto recibiendo el dinero en efectivo, como pagando servicios de publicidad y otros usándolos como medios de pago. Si el partido no logra tener votos suficientes, el resultado es que se pierde el trabajo realizado.
Además de los bonos, los partidos políticos pueden acudir a las empresas financieras como los bancos para adquirir préstamos de la deuda política como garantía. Algunos bancos se arriesgan y normalmente obtienen resultados sumamente lucrativos.
También los partidos políticos reciben donaciones en efectivo y cuentan con su propio patrimonio para invertir en las campañas políticas. Sin embargo, todos estos movimientos financieros, como recibo de efectivo, bonos, préstamos bancarios y contabilidad de su propio patrimonio deben ser reportados al Tribunal Supremo de Elecciones, quien da el aval para que el estado lo reconozca como parte de la deuda política y pague lo que corresponda (Hacienda por medio del Banco Central).
Ética y legalidad del financiamiento
Por esa razón, dineros que llegan en bolsas y se gastan sin ser registrados adecuadamente, son ilegales y de orígenes dudosos, que puede ser el lavado de dólares, contribuciones desde el exterior (que también son prohibidas) como en el caso de organizaciones religiosas e incluso del mismo narcotráfico o de empresarios que donan para condicionar a los partidos a seguir sus agendas e intereses.
¿Puede un partido vender bonos de la deuda a financistas sin revisar la procedencia de esos dineros? Así es. Los partidos pueden vender bonos a cualquiera, incluso a quienes no comulguen con las posiciones política e ideológicas del partido. Es un instrumento legal válidos. Sin embargo, no es ético ni conveniente para una agrupación política recibir dineros de cualquiera, porque perfectamente pueden provenir del lavado, del narco o de negocios dudosos. Por eso extraña muchísimo que Chaves diga que solamente una vez saludó a su principal financista.
El sistema tiene severas críticas, desde de organismos internacionales como la OEA hasta analistas y académicos, así como algunos partidos políticos y organizaciones no gubernamentales. La OEA, de hecho, hizo un llamado de atención al TSE sobre esta situación en el marco de las elecciones pasadas en primera ronda.
El mismo TSE, en una conferencia de prensa previa al día de las elecciones del 6 de febrero, afirmó que ellos han propuesto soluciones e incluso sometieron un proyecto de ley que los diputados han ignorado.
El miércoles pasado, la Asamblea Legislativa aprobó en primer debate un proyecto que solamente permitirá a entidades financieras supervisadas por la Sugef para recibir donaciones superiores a un salario base, que en este momento es de ¢462.000.
Ahora bien, ¿quiénes son los principales financistas del Partido Liberación Nacional? Eso será para la próxima.