Casi 9 de cada 10 ticos dicen temer a la Covid-19
Este y otros descubrimientos aporta un excelente estudio realizado por la UNA y la UNED entre los costarricenses.
Un estudio realizado por las universidades estatales UNED (Estatal a Distancia) y UNA (Nacional) reveló que 7 de cada 10 personas muestra síntomas de depresión en Costa Rica ante la situación de pandemia que vivimos.
La investigación para conocer las consecuencias de la pandemia en la salud mental de los costarricenses, además, dio a conocer que un 88,3% de las personas entrevistadas manifiesta tener temor al coronavirus SARS-Cov-2 (casi 9 de cada 10).
“Este temor se manifestó principalmente cuando piensan en la idea de perder la vida por la enfermedad (39.1%), cuando piensan en la pandemia (37.2%) y cuando ven noticias o escuchan historias sobre el COVID-19 en redes sociales (36.4%). Las reacciones físicas más significativas que se presentan en la población en general son palpitaciones en el pecho (26.4%), dificultades para dormir (18.8%) y sudoración de manos (18.8%)”, se informó en un comunicado de las autoridades de salud.
Seguidamente, según se informó, en relación con la condición de lidiar con el malestar psicológico derivado de la pandemia, el equipo investigador apunta que es importante recordar que este temor actual es potenciado y, al mismo tiempo, se ve intensificado ante otros impactos físicos y emocionales, por lo que resulta necesario atender la situación de manera integral, cuidarse física, social, laboral y económicamente.
Entre quienes están en el estado más crítico de salud mental, el miedo al COVID-19 se manifiesta con nerviosismo y ansiedad cuando ve noticias o escucha historias en redes sociales (64.7%), con incomodidad (64.7%) y temores de perder la vida (59.4%).
Depresión y desempleo
Siete personas de cada diez sin empleo presentan síntomas de depresión y ocho de cada diez (un 79,6%) evidencian afectación en su salud mental en general, principalmente con desajustes en la alimentación, aumento del consumo de cafeína, nicotina y alcohol.
Además, un 43.7% presentó alguna sintomatología asociada con ansiedad generalizada severa, lo que contrastan con los resultados al estudio realizado en marzo pasado, cuando únicamente un 13.8% de las personas.
¿ALGO MÁS?
Además un 74.6% de las personas dicen sentirse más cansados ahora que antes de la pandemia, con dolores musculares, de cabeza, aceleración de corazón y respiración, así como malestares digestivos, eso a pesar de que se supone que el teletrabajo y el estrés diario de trabajo habrían disminuido.
Más preocupante es que 9 de cada 10 personas presentan problemas para dormir por su propia situación y la de otras personas y resulta muy difícil relajarse y concentrarse en las labores diarias.
Además, el 85% indicó presentar constantes indicadores de mal humor e hipersensibilidad ante los asuntos cotidianos.
Es notorio que un 53.8% de las personas que laboran en el sector privado presentan más síntomas de ansiedad, en contraposición a un 31.6% del sector público.
Quienes presentan más rasgos depresivos son quienes operan maquinaria y ensamblaje (90.7%), producción artesanal y otros oficios cualificados (84.8%), ventas en locales y servicios directos (67.9%), los que trabajan en el sector agropecuario y pesca (66.7%).
El 61.0% de la población costarricense presentó en octubre pasado alguna sintomatología depresiva, un aumento del 50% en términos absolutos, al compararse con los resultados obtenidos en marzo de 2020.
Además, a mayor educación mayor presencia de ansiedad.
La investigación tuvo el aval del Consejo Nacional de Investigación en Salud (CONIS), la CCSS y el Ministerio de Salud, además del apoyo de expertos españoles.
Recomendaciones para mejorar salud mental
El estudio deja además una lista de recomendaciones para evitar caer en problemas de salud mental:
- La búsqueda de soluciones colectivas, en el marco de redes de colaboración comunitarias frente a los malestares y afectaciones generadas por el COVID-19.
- Fortalecer las dinámicas colectivas y comunitarias en busca de mejores condiciones de vida durante la pandemia, sin romper las burbujas sociales.
- Considerar la situación específica de personas, familias o comunidades que se encuentran en condiciones de especial vulnerabilidad.
- Mantener la rutina diaria. Por ejemplo, aunque no se tenga trabajo, es recomendable levantarse a la misma hora y marcarse pautas en el día a día. De igual forma, aunque haya recibido una mala noticia, comer y dormir siguen siendo esenciales y parte de la vida cotidiana.
- Mantener lazos sociales y actividades de ocio que faciliten la recreación y el acompañamiento.
- Aunque se atraviesen tiempos difíciles, se debe dedicar un tiempo específico para el autocuidado y la higiene mental en forma de actividades de ocio.
- Se debe tener presente que los extremos no pueden mantenerse por mucho tiempo. Las situaciones difíciles pasan en un momento u otro, el estrés y la angustia son condiciones pasajeras.
- Repensar cuando se pretenda tomar decisiones en asuntos que no tengan marcha atrás.
- Recurrir a ayuda profesional en caso de ser necesario. La salud mental es parte fundamental de la salud integral de toda persona, el apoyo profesional puede ser necesario para lidiar con los impactos de una crisis intensa y sostenida como la actual.
- Tener presente que, al cuidarse y proteger la propia salud mental, se estará en mejores condiciones para tender ayuda a quien pueda necesitarla.