La Sala Constitucional declaró con lugar un recurso de hábeas corpus que interpuso una privada de libertad que fue brutalmente agredida en el centro de atención institucional (CAI) Vilma Curling Rivera por negligencia de funcionarios, según se comprobó.
Según la comprobación de los hechos, la mujer fue agredida porque no se siguió el protocolo establecido para el cerrado de las celdas, por el nivel de agresividad de la población que alberga.
La oficial de seguridad cometió el error de dejar abierto un portón cuando estaba sola, lo que permitió a un grupo pasarse de lugar y agredir. El protocolo establece que eso solamente puede suceder cuando hay dos oficiales.
“Tal negligencia facilitó que, una vez abierto el portón, las agresoras le quitaran las llaves a la custodia, entraran a la celda de la tutelada, y la atacaran con armas punzocortantes, palos y grilletes. La víctima fue herida en el labio, el pómulo y el abdomen; además, sufrió una fractura de nariz y le desmontaron la quijada”, declaró la Sala sobre este caso.
Además, la resolución de la Sala Constitucional, establece que las autoridades del Ministerio de Justicia y Paz “garantice la seguridad de la persona agredida y se inicie un procedimiento administrativo disciplinario contra la agente de policía que incumplió los lineamientos. También se dispuso que el ministerio recurrido emita un protocolo interno para el personal policial en los módulos del CAI Vilma Curling Rivera, en los que se requiera de un nivel seguridad especial por las características de la población que albergan”.
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