A ritmo de mariachi: Vistazos al México de hoy (14)
En este artículo se mencionan solamente algunos de los hechos noticiosos más notables del último mes

Durante el mes de octubre se han sucedido varios hechos notables. Ni siquiera hemos tenido oportunidad de asimilar su verdadero impacto en la realidad mexicana y ya se viene otro “hecho noticioso” que acapara la atención.
Por su relevancia, el primero y más importante fue la detención el 15 de octubre en un aeropuerto de Los Ángeles (EUA), del general Salvador Cienfuegos, ya retirado; Cienfuegos se retiró justo cuando finalizó el gobierno de Enrique Peña Nieto en 2018. El general andaba muy tranquilo y no tenía motivo alguno para desconfiar de la paz y tranquilidad que le deparaba su condición de jubilado, después de una “brillante y ascendente carrera” militar que lo llevó al pináculo del poder y la dignidad del cargo de secretario de la Defensa Nacional (2012 ̶ 2018).

“Mientras estaba al frente de Defensa, “el acusado usó su cargo oficial para ayudar al cartel H-2, un famoso cartel mexicano de la droga, a cambio de sobornos”, dijo el fiscal federal Seth DuCharme”, según la BBC de Londres.
Este hecho significó un sisma en la institucionalidad mexicana. Si bien es cierto existe un antecedente similar con la detención en Miami en 2019 del exsecretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón (2006 ̶ 2012) el “súper policía” Genaro García Luna, quien espera juicio en una cárcel de Nueva York por narcotráfico, lavado de dinero y otros delitos similares, la diferencia con la detención del general Salvador Cienfuegos no es menor: se trata ni más ni menos del más alto militar que estuvo a cargo del Ejército Mexicano y de la secretaría de la Defensa Nacional: un verdadero intocable. Hasta que le tocó ir a la cárcel de manera ominosa, porque fue detenido cuando se dirigía a Disney World con toda su familia y nietos(as). Tal era su vida despreocupada.
Hay que comentar que el Ejército Mexicano es una de las pocas instituciones que goza de un alto prestigio y aprobación por parte de la población, no obstante haber sido utilizado en el pasado por gobiernos represores para cometer innumerables abusos contra la población y los derechos humanos. El pueblo valora que históricamente, el Ejército ha sido definido como “pueblo uniformado”, porque surgió de la Revolución Mexicana y se ha nutrido de campesinos y gente pobre, que ha hecho carrera militar y ha alcanzado muchos cargos en la alta oficialidad, contrario a los ejércitos latinoamericanos, cuyas élites dirigentes se han nutrido de hijos de la oligarquía y de las clases dominantes.
Por ello, la detención de Cienfuegos amenaza con salpicar de corrupción a una institución que para AMLO es de vital importancia; no en vano el presidente trató de deslindar a la institución del accionar de “un elemento corrupto” en la conferencia de prensa mañanera en que abordó la noticia. Sin duda alguna AMLO estaba enterado con antelación, pues ahora se nota con claridad que unos días antes, el director de la D.E.A. visitó México y se reunió con el entonces secretario de Seguridad Alfonso Durazo, hoy reemplazado por Rosa Icela Gómez, una funcionaria con una importante trayectoria en temas de seguridad desde el gobierno de la Ciudad de México, aunque sin formación policial o militar estricta.
Tal fue el sisma en el ambiente mexicano, que el presidente AMLO se preguntó al día siguiente: ¿entonces éramos un narco gobierno o un narco estado? … Si el secretario de Gobernación de Felipe Calderón está preso por narco tráfico y lavado de dinero y ahora el secretario de Defensa de Enrique Peña está preso por lo mismo, estamos hablando de 12 años (2006 ̶ 2018) durante los cuales, las más altas autoridades de Seguridad, Gobernación y Defensa, estaban coludidas con diferentes cárteles de la droga (Sinaloa y H2) y traficaron decenas de miles de kilos de drogas hacia EUA.
Difícilmente alguien puede pensar que tan altos cargos dentro de un gobierno pueden realizar estas actividades delictivas y el presidente de la República no se entera o peor aún, le da su consentimiento.
En el caso de Felipe Calderón, hay muchos testigos que han aportado diferentes pruebas documentales y orales, incluyendo nada menos que a “la Barbie”, un narcotraficante mexicano preso en EUA, que era un infiltrado de la D.E.A. en el cártel de Sinaloa y que asegura que todo lo actuado por Genaro García Luna contaba con la aprobación del presidente Calderón y que incluso, el mismo Calderón dirigió algunas reuniones de negociaciones con el cártel de Sinaloa.
En el caso de Peña Nieto, hay testimonios que señalan que la estructura mafiosa establecida en el sexenio anterior, fue continuada bajo el mando de nuevas autoridades políticas del gobierno 2012 ̶ 2018, en este caso, el general Cienfuegos.

De modo que todo el escándalo mayúsculo, el asombro, la sorpresa, la furia y la decepción que sufrieron los mexicanos durante varios días después de la detención de Cienfuegos, estaba ya pasando la página cuando se viene otra noticia bomba que sacudió nuevamente toda la política mexicana: la orden de detención girada por un juez contra Luis Videgaray, el hombre fuerte (poder detrás del trono) durante el sexenio de Enrique Peña Nieto; y el cargo principal no es poca cosa: se le acusa de traición a la patria, por facilitar millones de dólares venidos de una empresa extranjera (Oderbrecht) para financiar la campaña electoral de Enrique Peña Nieto y luego otros.
Luis Videgaray Caso muestra una corta carrera política y un meteórico ascenso bajo el alero de Enrique Peña Nieto mientras este ejerció como gobernador del Estado de México. Luego, cuando Peña asume la presidencia de la República, Videgaray asume la secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la cual fracasó miserablemente, pero, siendo el protegido y ficha favorita del presidente, en vez de despedirlo lo promovió a secretario de Relaciones Exteriores y fue de alguna forma, artífice de las negociaciones del T ̶ MEC que vino a reemplazar el TLCAN.
Es unánime la opinión de políticos, periodistas, analistas, académicos y pueblo medianamente informado, de que Videgaray era realmente el poder durante el sexenio de Peña Nieto. Por ello, su nombre está directamente ligado a las gigantescas estafas y fraudes contra el erario, fueran a través de PEMEX o directamente con fondos federales manejados fuera del control presupuestario del Congreso.
Se dice que Videgaray rompió el pacto con el Cártel de Sinaloa y le envió al Chapo Guzmán extraditado como regalo a Trump y como prenda de amistad con su protector en EUA, Jared Kushner, yerno del presidente Trump. Bajo esa protección, Videgaray finalizó el sexenio de Peña Nieto y se fue a dar clases en el M.I.T., de donde renunció hará unas pocas semanas, supuestamente para irse a refugiar a Israel. Es curioso, pero no es el primer delincuente de altos vuelos mexicano, que se va a refugiar a Israel, donde se presume que pueden estar algunos otros que de pronto, desaparecieron de la escena mexicana.
Será cuestión de pocos días para que el juzgado de turno gire una orden internacional de captura contra Luis Videgaray, para que sea apresado, extraditado y presentado ante el juez mexicano que lo presentará ante la Fiscalía General de la República (F.G.R.), para que responda por el destino de US$10,5 millones de dólares que dice Emilio Lozoya que recibió de Oderbrecht en 2012 y quién sabe qué otras causas más deberá atender Videgaray de su largo historial de fechorías contra el pueblo de México.

Concretamente, Lozoya ha declarado ante la F.G.R. que le entregó a Videgaray US$6,5 millones para financiar los sobornos en el Senado y el Congreso de la República, para la compra de votos y la aprobación de la “reforma energética”, así como “el pago de asesores externos”; esa reforma se venía promoviendo desde Calderón y le tocó a Peña Nieto consumar y fue el tiro de gracia que puso de rodillas a PEMEX y la llevó a la ruina en que estaba en el 2018 cuando AMLO asumió la presidencia. Igualmente, Videgaray recibió otros US$4 millones para financiar la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012. Todo a cambio de jugosos y leoninos contratos con el gobierno federal, en perjuicio del pueblo mexicano. Otro tanto hizo Oderbrecht en Veracruz con el gobernador de turno, Javier Duarte, hoy preso con una leve condena de 9 años por varios delitos contra el erario y lavado de dinero.
En fin, es larga la lista de políticos corruptos mexicanos que hacen fila, esperando su turno ante la Fiscalía General de la República. Valga mencionar que hoy, la antigua Procuraduría corrupta y dependiente en un 100% del presidente y coludida con los carteles de la delincuencia organizada, fue transformada por ley en una Fiscalía General de la República autónoma que ya no recibe órdenes del presidente de la República. No obstante, es fácil adivinar que un altísimo porcentaje de sus mandos medios, siguen siendo aquellos funcionarios corruptos que antes se enriquecían por no cumplir con su labor y por su política de “laissez faire, laissez passer” (dejen hacer, dejen pasar). Es un proceso lento pero poco a poco se van limpiando las instituciones del viejo lastre del antiguo régimen del PRIANATO ( PRI + PAN ) que se turnaban en el poder.
Por último, dan pena y rabia los periodistas y comentócratas “chayoteros”, que todavía tienen el descaro de defender públicamente a sus antiguos benefactores, hoy perseguidos por la justicia, encarcelados o indiciados, pero ello solamente confirma que esa comentocracia corrupta también está en vías de extinción, por el bien de México.